El 15 de marzo de 2020, la pandemia obligó a bajar el telón de los teatros mexicanos. Actores, directores, bailarines, músicos, acomodadores, equipos de cientos de personas entraron en un intermedio que duraría más de un año.
Digamos que la referencia más cercana fue en el 2009 la influenza yo dirigía en aquel entonces el Polyforum Cultural Siqueiros y estaba produciendo el tiempo vuela con Ernesto Laguardia y El mago de Oz con Susana González creo y de por sí causó un problema gravísimo haber parado un mes imagínate ahora que llevamos más de 14 meses cerradas las salas teatrales sin poder hacer lo que sabemos”, señaló Gerardo Quiroz, productor.
Las pérdidas han sido incalculables.
“Si tú tomas en cuenta la empresa Mejor Teatro, normalmente tenemos 5, 6, 7 obras al mismo tiempo por temporada, lo cual significa que en un solo fin de semana podemos hacer 40 o 50 funciones, ¡en un fin de semana!. Entonces multiplica eso por 14 meses que llevamos detenidos, son cifras impronunciables la verdad, enormes”, indicó productor Morris Gilbert.
Los primeros meses fueron desconcertantes, pero la pasión por el escenario no descansó. La creatividad obligó a utilizar la tecnología y así llegaron los streamings, mientras, se gestaban nuevas producciones que hoy podemos ver por fin en cartelera.
Llenar un teatro por ahora es solo un sueño. Las autoridades solo permiten un aforo de 30% para evitar riesgos sanitarios.
Los teatros toman todas las medidas sanitarias: desinfección en la entrada, gel antibacterial y termómetros que no solo toman temperatura, también identifican a quienes no usan cubrebocas de manera correcta y se les niega el acceso.
Adentro, la sana distancia entre el público es vital, se dejan libres líneas enteras entre butacas y espacios entre grupos asistentes.
Detrás del telón, el staff trabaja con cubrebocas y los artistas que subirán al escenario, semana con semana se realizan pruebas de detección, medidas que, hasta el momento, han permitido evitar contagios.
Eso demuestra también que, si manejas los márgenes de seguridad los protocolos de manera correcta, se puede seguir viviendo, a pesar de esta gran tragedia que nos ha caído encima”, comentó Morris Gilbert.
El esfuerzo ha valido la pena. Poco a poco el público recobra la confianza en los teatros y es que los productores aseguran que el ánimo es lo último que se pierde.
Y dice el dicho que lo que no mata fortalece, así es que creo que al final del día y a final de cuentas hemos de salir fortalecidos, y ¿Sabes por qué lo digo? Porque creo que la gente extraña el teatro porque nadie sabe el teatro que tiene hasta que lo ve perdido”, afirmó el productor Gilbert.