Desde Brasil llega a México “Tinta bruta” de Filipe Matzembacher y Marcio Reolon, nos lleva a conocer a Pedro, homosexual que vive bañado en pintura neón y que hace lo que le piden desconocidos en la webcam, ganadora del Oso Teddy en la Berlinale, y el premio Maguey a mejor película, es una historia que se adelantó a su tiempo.
Los autores tienen mucho cuidado de alejarse del sombrío fatalismo que caracteriza a tantas historias sobre la madurez y convierten las hazañas de Pedro en una buena forma de aceptar la sexualidad ante la aparente ausencia de una comunidad Queer que lo apoye, permitiéndole al menos relacionarse con los demás a través del arte. Una película atmosférica, un retrato cautivador del desafecto y la soledad y una coartada erótica para exponer la esencia de los personajes a través de imágenes explícitas y convincentemente hipnóticas. Tinta bruta fue una de las películas más premiadas en el circuito internacional en 2018.
Es algo que nunca pensamos que sucedería, pero sentimos que ese mundo lejano de las relaciones virtuales, del universo en línea era algo que queríamos explorar, era algo que queríamos mostrar sobre la existencia, es extraño, en realidad’’, Filipe Matzembacher, director de “Tinta Bruta’.