Internacional

4.4 millones de niñas corren el riesgo de sufrir mutilación femenina en 2025: UNFPA 

La mutilación femenina es una práctica reconocida como una violación grave de los derechos humanos de las mujeres y niñas, que repercute en su vida, salud y bienestar emocional.

Se estima que, durante 2025, casi 4.4 millones de niñas correrán el riesgo de sufrir mutilación, práctica que transgrede sus derechos humanos. Esta cifra  equivale a más de 12 mil casos diarios, de acuerdo con datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Con motivo al Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, cada 6 de febrero desde 2012, el UNFPA detalla que la mutilación genital femenina es una práctica que implica la alteración o lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos y está reconocida internacionalmente como una violación grave de los derechos humanos. 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) detalla que esta práctica puede causar complicaciones de salud a corto y largo plazo, como dolor crónico, infecciones, sangrados intensos,  ansiedad y depresión, infertilidad, así como complicaciones durante el parto.

Hay cuatro tipos de mutilación femenina, de acuerdo con la investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Helena López de Orduña

  • Resección parcial o total del glande del clítoris o del prepucio del clítoris
  • Resección parcial o total del glande del clítoris y los labios menores (pliegues internos de la vulva), con o sin escisión de los labios mayores (pliegues cutáneos externos de la vulva)
  • Infibulación o estrechamiento de la abertura vaginal mediante el corte, la recolocación y la sutura de los labios menores o mayores
  • Punción, perforación, incisión, raspado o cauterización de la zona genital

Ante esta situación, el UNFPA y la ONU llamaron este día a redoblar los esfuerzos contra la mutilación femenina, de la cual han sido víctimas más de 230 millones de mujeres y niñas en 30 países de África, el Oriente Medio y Asia en los que se realiza.

En estos lugares, explicó Helena López de Orduña,  la mutilación femenina inicia desde el nacimiento y se extiende hasta la preadolescencia.

Entre los motivos por los que se lleva a cabo se encuentran aspectos tradicionales de las comunidades en donde se realiza, por ejemplo, “prácticas rituales de purificación del cuerpo de las mujeres o algunos aspectos religiosos”, apuntó la investigadora de la UNAM.

El tema de este año tiene como consigna: “Redoblar esfuerzos: Fortalecer las alianzas y crear movimientos para acabar con la mutilación genital femenina”

“La prevalencia de la mutilación genital femenina ha disminuido en todo el mundo, por lo que una niña tiene un tercio menos de probabilidades de sufrirla que hace 30 años, sin embargo, las crisis humanitarias como los brotes de enfermedades, el cambio climático o los conflictos armados, podrían hacer peligrar el mantenimiento de estos logros”, advierte la ONU. 

UNA PRÁCTICA PATRIARCAL 

La ginecóloga y activista de los derechos humanos, Olayinka Koso-Thomas, destacó en una conferencia en la UNAM en 2015 que la mutilación femenina parece “ser una conspiración para negarles [a las mujeres] la educación y sus derechos legales y mantenerlas sujetas a todos los niveles de domesticación”. 

Esta práctica, explicó, inicia desde el nacimiento y se extiende hasta la preadolescencia. Entre los motivos por los que se lleva a cabo se encuentran aspectos tradicionales de las comunidades en donde se realiza, por ejemplo, “prácticas rituales de purificación del cuerpo de las mujeres o algunos aspectos religiosos”.

De acuerdo con el UNFPA, la mutilación genital femenina es realizada mayormente por mujeres de la misma comunidad, por ejemplo, parteras, pero también puede ser llevada a cabo por “curanderos, barberos, miembros de sociedades secretas, herboristas o a veces una pariente”.

La mutilación femenina, especifica el UNFPA, se realiza con cuchillos especiales, tijeras, bisturíes, trozos de cristal o cuchillas. No suelen utilizarse anestésicos ni antisépticos a menos que el procedimiento lo lleven a cabo profesionales médicos

“En comunidades donde se practica la infibulación, a las niñas les atan las piernas para inmovilizárselas durante 10 o 14 días y permitir así la formación de tejido cicatricial”, describe. 

En suma, cuatro de cada 10 mujeres o niñas supervivientes de la mutilación genital femenina viven en entornos frágiles y afectados por conflictos, según el informe “La mutilación genital femenina: una preocupación mundial” del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). 

En opinión de Helena López de Orduña, la mutilación femenina es considerada “una práctica patriarcal, que viola derechos fundamentales de las mujeres, que tiene unas consecuencias devastadoras en términos físicos, psicológicos y en la que no se toma en cuenta la decisión de la mujer”.

En una entrevista con la UNAM, López de Orduña destacó que en la erradicación de la mutilación genital femenina hay avances, pues actualmente en países como Egipto, Turquía y Burkina Faso existen leyes que prohíben esta práctica. Desde su perspectiva, el control del cuerpo femenino es un ejercicio que sigue siendo común en el mundo, por ello, consideró que el movimiento feminista aún tiene mucho por recorrer para que las mujeres puedan ejercer su derecho a decidir sobre su cuerpo. 

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