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A 50 años del golpe de Estado en Chile, la historia sigue viva

Hugo Guzmán, un joven de 16 años vivió de frente el derrocamiento del gobierno progresista de Salvador Allende y la toma del poder, a punta de balas, fuego, sangre y represión, de Augusto Pinochet.

Este lunes 11 de septiembre se cumplen 50 años del golpe militar a la democracia en Chile.

Por supuesto también de la muerte del presidente socialista Salvador Allende, quien permaneció en su despacho del Palacio de la Moneda. Fue atacado con una fuerza desmesurada por tierra y aire por los golpistas encabezados por el general Augusto Pinochet.

Fue el día en que entraron en una larga pausa los derechos civiles, las libertades de expresión, elección y pensamiento.

El día que comenzó la persecución de miles que pensaron como Allende. Tantos, que fue necesario concentrar a los perseguidos en el estadio nacional de la capital, Santiago.

“Los militares se toman las calles, se toman los barrios, las ciudades, el presidente Allende combatiendo en La Moneda, él dijo que no iba a salir vivo y así fue, lo sacaron muerto, defendiendo el sistema democrático y bueno el bombardeo a La Moneda con los aviones atacando”, dijo Hugo Guzmán Rambaldi, director del Diario El Siglo en Chile.

50 años después, la historia sigue viva, aun yace fresco el crudo recuerdo del golpe de Estado en Chile de aquel 11 de septiembre de 1973. El asalto se niega a desaparecer de la memoria de quienes lo padecieron.

“Vi las grandes columnas de humo que salían de La Moneda y luego ya decretan el toque de queda a las tres de la tarde, la ciudad y muchas ciudades del país sumergidas en el dolor, en el desconcierto, en la represión”, agregó Hugo Guzmán.

Días oscuros, tristes y dolorosos los que enfrentó esta nación.

Hugo Guzmán, un joven de 16 años vivió de frente el derrocamiento del gobierno progresista de Salvador Allende y la toma del poder, a punta de balas, fuego, sangre y represión, de Augusto Pinochet.

El padre de Hugo era periodista y colaborador del presidente Allende y fue llevado a un campo de concentración y tortura.

Hugo, como miles de chilenos tuvieron que huir de su país. Encontró refugio a más de 6 mil 600 kilómetros de distancia en México.

“Realmente ahí aquilate lo que era el exilio y aquilate lo que era la solidaridad frente al exilio. Además, la entrega desinteresada, ahí llegaron miles y miles de latinoamericanos que recibieron educación, vivienda, trabajo, salud, cultura, o sea yo creo que la deuda que tienen los pueblos de América Latina es con México e inmensa e incalculable”, añadió Guzmán.

Estudio periodismo en nuestro país con la misión en mente de hacer de la información un arma de resistencia y de lucha contra regímenes dictatoriales.

México le abrió las puertas y Canal Once lo forjó en lo profesional.

Esta emisora del Instituto Politécnico Nacional confió en Hugo Guzmán, un chileno que salió de su país en busca de una nueva oportunidad.

“Estuve 9 años y medio en la sección internacional y puedo decir que hasta el día de hoy y hasta que me muera mi casa periodística, mi casa de amistad, mi casa de formación periodística es Canal Once que además lo sigo gracias ahora a las redes y a la tecnología”, puntualizó Guzmán.

Medio siglo después del golpe de Estado y ya establecido en Chile, Hugo Guzmán lucha por las causas sociales y para que jamás se repitan actos de barbarie como el golpe de Estado de 1973.

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