En Perú, cinco mil pescadores y comerciantes siguen sin ingresos, tres meses después del derrame de más de 12 mil barriles de petróleo de un buque de la empresa española Repsol.
En nuestros planes no estaba pasar esta Semana Santa bien triste por todos los hermanos, como podemos ver acá, todos los hermanos paralizados en nuestras actividades”, expresó Anthony Chumpitaz, de la Asociación de Pescadores Artesanales.
El desastre ecológico provocó la muerte de una cantidad indeterminada de peces, aves y mamíferos marinos.
La mancha de crudo se esparció a 140 kilómetros al norte de la refinería y frenó indefinidamente la actividad pesquera.
El derrame del 15 de enero ocurrió mientras el buque tanque ‘Mare Doricum’ descargaba crudo en la refinería de La Pampilla en Ventanilla, 30 km al norte de Lima, propiedad de la petrolera española Repsol, que atribuyó el siniestro al oleaje causado por la erupción volcánica en Tonga, al otro lado del océano Pacífico.
El gobierno peruano lo calificó como “desastre ecológico”.