A un mes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el panorama político está marcado por la incertidumbre, con Kamala Harris ligeramente por delante de Donald Trump en las encuestas.
La atención se centra en los “estados clave“, donde ambos candidatos están intensificando sus esfuerzos.
Enfoque en estados clave
Tras su visita a Georgia, afectado por el huracán “Helene“, Trump se dirige a Pensilvania, un estado crucial para la contienda. Allí, el expresidente fue víctima de un intento de atentado el 13 de julio, cuando recibió un disparo en la oreja.
Harris, por su parte, ha estado activa en su campaña, visitando Michigan y ahora Carolina del Norte para evaluar las tareas de recuperación tras el huracán más mortal desde Katrina en 2005.
Los “estados bisagra” como Arizona, Nevada y Wisconsin se perfilan como fundamentales debido a su diversidad política y demográfica.
En estos lugares, los candidatos realizan campañas más agresivas, incluyendo actos presenciales y publicidad local, en un intento de captar el apoyo de los votantes.
Proceso electoral
En Estados Unidos, los ciudadanos no votan directamente por el presidente, sino a través del Colegio Electoral, que tiene 538 miembros.
Para ganar la presidencia, un candidato necesita al menos 270 electores.
Esto significa que los resultados se deciden en función de la proporción de electores en cada estado, con la mayoría de los estados otorgando todos sus electores al candidato más votado.
Perspectivas de las encuestas
Según FiveThirtyEight, Harris tiene una ligera ventaja sobre Trump con un 48.4% frente a 45.9%.
Sin embargo, en los estados clave, la competencia es más reñida.
Un análisis del New York Times muestra que Harris lidera en Pensilvania, Nevada, Michigan y Wisconsin, aunque por márgenes muy estrechos, mientras que Trump se posiciona bien en Carolina del Norte, Georgia y Arizona.
La participación electoral será crucial, según Lanae Erickson de Third Way, quien señaló que muchos votantes no se sintieron motivados en 2016.
En contraste, la alta participación demócrata en 2020 puede repetirse, ahora que Harris se presenta como un “agente de cambio“.