Sara Rogel, sentenciada a treinta años de prisión por homicidio agravado en contra del bebé que gestaba, obtuvo su libertad condicional tras serle conmutados dos tercios de la pena.
Es una de muchas historias que se replican en El Salvador, país donde el rigor de la justicia contra el aborto extiende su brazo incluso en casos como el de Sara, que fue provocado por una emergencia médica.
Yo sé que yo no soy un peligro para la sociedad, así sé que también mis compañeras que se han quedado allá tampoco son peligro para la sociedad. Así que yo exijo justicia para ellas, y que ellas puedan tener esa libertad, como hoy yo la tengo”, dijo Sara Rogel, preliberada por condena de aborto.
Fue encarcelada hace casi diez años por sospecha de homicidio, al acudir a un hospital con un sangrado profuso causado por un accidente doméstico que interrumpió su embarazo.
Fue algo muy difícil porque un accidente le dio vuelta a mi vida de una manera muy grande. Yo amaba a mi bebé y por una caída perdí a mi bebé”, dijo Sara Rogel, preliberada por condena de aborto.
Ahora Sara pasará en arresto domiciliario poco más de un año, tiempo que le resta para cumplir la condena modificada.
Es decir, la mujer que abortó por una emergencia sigue siendo considerada homicida.
Sara, después de más de ocho años y meses, ya casi nueve años, ella ha estado privada de su libertad por una condena que consideramos que fue injustamente atribuida”, refirió Karla Vaquerano, abogada de Sara Rogel.
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