Los momentos de abrazos en un hospital, en Roma, dan comienzo cuando una cortina de plástico se corre.
Es una iniciativa muy importante. Es importante que los niños puedan abrazar a alguien. Ellos se han perdido eso durante mucho tiempo y para ellos, es algo crucial”, indicó Giuseppina Marini, madre de un niño hospitalizado.
Entonces, los niños internados en el hospital de rehabilitación San Rafael, en Roma, pueden tener contacto físico, a pesar de la pandemia, con las personas que más los quieren: mamás, papás, abuelas, o amigos.
“Estoy muy feliz. Ha sido genial verlo y abrazarlo después de tanto tiempo”, dijo Gabriele, amigo de un niño hospitalizado.
La cortina de abrazos está hecha con plástico y tiene adaptadas mangas en diferentes alturas para permitir a menores y adultos, abrazarse con facilidad.
“Desafortunadamente, debido a Covid-19, no pueden recibir visitas. Y con esta cortina, pueden recibir un abrazo de su mamá, o de su mejor amigo que vino aquí hoy dándole esta linda sorpresa. Yo lo cuido porque su mamá está trabajando”, precisó Carla Iannuci, abuela de un niño hospitalizado.
Esta cortina es una iniciativa impulsada por las autoridades del hospital, luego que los niños se lo pidieron a Santa Claus.
“Los niños escribieron en sus cartas a Papá Noel que su mayor deseo era poder volver a abrazar a sus hermanos, hermanas, madres o abuelas, y a todas las personas que no pudieron quedarse en el hospital con ellos”, declaró Amalia Allocca, director del Hospital San Rafaelle de Roma.