Previo a la primera vuelta de las elecciones en Brasil, que se llevó a cabo el pasado domingo 02 de octubre, las encuestas daban 15% de ventaja a Lula da Silva sobre Jair Bolsonaro.
Esto se especulaba debido a que el sector más pobre del país no se siente atendido por el actual presidente. Por el contrario, la gente de menos recursos tiene presente que Lula ayudó a su familia durante su último mandato con servicios básicos y estudios.
Asimismo, la gente pobre experimentó miseria y muerte durante la pandemia, y no olvidan la inacción de Bolsonaro, quien relativizó el COVID-19.
Pero Lula no llegó en la primera.
¿Qué pasó en la vuelta del 2 de octubre?
Luiz Inácio Lula da Silva y Jair Bolsonaro se enfrentarán en una segunda vuelta de las elecciones presidenciales el 30 de octubre, ya que ninguno de los candidatos superó 50% de los votos en la primera vuelta que se celebró el domingo en Brasil.
Según los datos difundidos por el Tribunal Supremo Electoral, con 97.07% de los votos escrutados, Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores, fue ganador de la primera vuelta, al conseguir 48% de las papeletas, mientras que el actual presidente y líder del Partido Liberal, Bolsonaro, 43%.
La diferencia entre los dos principales candidatos se redujo a cinco puntos porcentuales, tal y como indica el recuento de la práctica totalidad de las urnas.
Después de que el también expresidente del país se hubiese situado por detrás de Bolsonaro durante la mitad del recuento, Lula ha conseguido adelantar a su rival. A pesar de ello, ambos se han quedado cerca de 50% necesario para evitar la segunda vuelta.
Sin embargo, para la segunda del 30 de octubre nada está dicho. Tiene dos factores que podrían beneficiarlo: 1) El impulso del programa “Auxilio Brasil”, y 2) la influencia de las iglesias evangélicas (cada vez hay mayor migración de brasileños a éstas), que lo apoyan en el rechazo al aborto y la conservación de la familia tradicional, ambos aspectos podrían reducir la actual brecha de 5 puntos porcentuales y voltearse hacia Bolsonaro.
El resultado de la primera vuelta revela que el país está cada vez más dividido y polarizado. La abstención ha alcanzado su nivel más alto desde 1998; cerca de 32,7 millones de brasileños, es decir, el 20,95% del electorado, optaron por no acudir a las urnas.
¿Qué dice Bolsonaro?
En su momento, el presidente de Brasil puso en entre dicho el sistema de votación y había amenazado con “reaccionar a la Trump”, si era vencido durante la primera vuelta.
“Es la primera vez en Brasil que tenemos un presidente diciendo que no se puede confiar en los resultados de las elecciones. Entonces sí hay mucho miedo, que Bolsonaro no va aceptar una eventual derrota en las elecciones y que vaya a intentar movilizar a sus apoyadores, y quizá también a las fuerzas armadas y a la policía para quedarse en el poder, dijo previo a la primera vuelta Mauricio Santoro, politólogo de la Universidad del Estado de Río de Janeiro.
El 1 de octubre, Bolsonaro subió a sus redes un video donde Trump respalda su reelección a presidencia de Brasil. A este mensaje, el actual mandatario contestó de la siguiente manera:
“¡Gracias, mi amigo Trump! Gracias al apoyo del pueblo brasileño y a nuestra determinación de luchar por los intereses de Brasil, hoy somos respetados en todo el mundo y contamos con el apoyo de las naciones libres y prósperas y ya no de las dictaduras socialistas, como en el pasado”.
Otros líderes del mundo apoyan a Bolsonaro, tal es el caso de Santiago Abascal Conde, diputado español, quien preside el partido Vox o el ex primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
Por su parte, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, publicó el lunes 3 de octubre, un día después de las elecciones, un hilo en su cuenta de Twitter en el que celebró los resultados de la primera vuelta presidencial en el país, y señaló que “contra todo y contra todos” consiguió un “voto más expresivo” que de las elecciones de 2018.
“¡Fueron casi 2 millones de votos más! También elegimos el mayor número de representantes en la Cámara y el Senado, que era nuestra máxima prioridad en primer lugar”, escribió el presidente.
En esta ocasión, Bolsonaro no hizo críticas al sistema electoral de Brasil ni desacreditó el sistema de voto electrónico, lo que había hecho con frecuencia durante su campaña y que había suscitado críticas en todo el país.
Con el anhelo de lograr un segundo gobierno como presidente, Bolsonaro calificó los resultados como “la mayor victoria de los patriotas en la historia de Brasil”.
El Congreso y los estados
Tras la primera vuelta de las elecciones en Brasil, el actual mandatario parece tomar fuerza en la nueva composición del Parlamento. De los 27 senadores elegidos, ocho son bolsonaristas. Algunos fueron nombres destacados del Ejecutivo, como la polémica exministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, Damares Alves; la ex ministra de Agricultura Tereza Cristina; y el vicepresidente de Bolsonaro, el general Hamilton Mourão.
Además, las elecciones de los gobernadores de los 27 Estados Federados también dejaron muy bien parado a Bolsonaro. En Río de Janeiro ganó en la primera vuelta el gobiernista Cláudio Castro, con el 58,67% de los sufragios. En São Paulo, el exministro de Infraestructuras Tarcísio de Freitas es el favorito en la segunda vuelta frente a Fernando Haddad, que en 2018 sustituyó a Lula en las elecciones cuando estaba en la cárcel. De los 15 gobernadores elegidos en la primera vuelta, ocho están con Bolsonaro y cinco apoyan a Lula.
“Elegimos gobernadores en la primera vuelta en 8 estados y elegiremos a nuestros aliados en otros 8 estados en esta segunda vuelta. Esta es la mayor victoria de los patriotas en la historia de Brasil: el 60% del territorio brasileño será gobernado por quienes defienden nuestros valores y luchan por un país más libre”, dijo Bolsonaro.