Los activistas en Myanmar derramaron pintura roja en las calles para protestar contra la sangrienta represión de la junta militar, mientras una campaña de recaudación de fondos en línea para apoyar el movimiento se acerca los 10 millones de dólares.
Al menos 570 civiles, entre ellos 50 de niños y adolescentes, murieron en las manifestaciones violentamente reprimidas por la junta militar que derrocó a la líder civil Aung San Suu Kyi el 1 de febrero y sumergió al país en una grave crisis.
Diez de los ejércitos rebeldes étnicos de Myanmar manifestaron su apoyo al movimiento de protesta el fin de semana, avivando los temores de que el país pueda caer en un conflicto civil más amplio, mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte de un inminente “baño de sangre”.
Este martes, en Rangún, capital económica del país, la gente derramó pintura roja en las calles y dejó huellas rojas de sus manos en las aceras y paradas de autobús.
En la ciudad de Hpa An, en el estado oriental de Karen, los jóvenes rociaron con pintura roja la carretera y realizaron el saludo con tres dedos, tomado de los libros y películas de “Hunger Games” que se ha convertido en un símbolo del movimiento.
También se produjeron concentraciones en la segunda ciudad más grande, Mandalay, así como en los estados de Karen y Kachin, al norte.
En la ciudad meridional de Dawei, cientos de personas marcharon pacíficamente portando flores amarillas de padauk, normalmente asociadas a la fiesta del agua del Año Nuevo en Myanmar, que comienza la próxima semana.
Además, en una parte de Rangún, los vecinos organizaron una campaña de reparto de alimentos para ayudar a las familias pobres que luchan por llegar a fin de mes, animando a las personas que podían permitírselo a donar los ingredientes sobrantes.
Mientras tanto, un grupo de diputados destituidos de la Liga Nacional para la Democracia (LND) de Suu Kyi se acerca a los 10 millones de dólares de recaudación de fondos por internet.
El Comité para la Representación de la Pyidaungsu Hluttaw (CRPH) dice que el dinero se utilizará para arrancar la dictadura militar y restaurar la democracia.
Más de 2 mil 700 personas han sido detenidas desde el Golpe de Estado, según el grupo local de seguimiento Asociación de Asistencia a los Presos Políticos, que afirma que se ha confirmado la muerte de al menos 570 personas, entre ellas 47 niños.