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Activistas piden regular el uso de plásticos para evitar contaminación de océanos

FOTO: X @oceano_peligro

El plástico es uno de los materiales más utilizados en el mundo. Si bien están presentes en casi todo lo que nos acompaña en nuestra vida diaria, sus desechos generan un grave impacto ambiental.

Cada año se generan 400 millones de toneladas de residuos plásticos y 85% de los plásticos de un solo uso terminan en vertederos o contaminando ríos, mares y paisajes, de acuerdo con datos de la ONU.

Ante esto, activistas piden al Estado mexicano que regulen su uso y robustezca su legislación para que frenen a las empresas que producen plástico.

“Que el Estado tenga legislaciones robustas”, pide Nancy Gocher Padilla, directora de incidencia en Oceana México, una organización internacional dedicada a la protección de los océanos, a Once Noticias Digital.

Y no es que no existan regulaciones o políticas públicas en nuestro país, pero la activista considera que falta fortalecerlas y vigilar su cabal cumplimiento, pero también, disposición política. Un ejemplo es la iniciativa de ley Envío Sin Plásticos.

“Está un poco atorada en la Comisión de Protección del Medio Ambiente. Ya está todo listo para votarse, pero parece que tampoco hay mucha voluntad política”, señala la activista.

Y es que con esa ley se busca que empresas dedicadas al comercio electrónico se abstengan de utilizar materiales fabricados total o parcialmente de plástico en el embalaje de los productos que comercializan y envían a domicilio.

La iniciativa prevé multas que van de 500 a mil veces la unidad de Medida y Actualización (UMA), es decir, un valor desde 54 mil 258 hasta 108 mil 570 pesos, aproximadamente.

FOTO: CUARTOSCURO

Comercio electrónico

En 2021, se contabilizaron que mil 500 millones de plásticos fueron enviados a nivel global por el comercio electrónico.

“Si para el 2027 no se hace nada, podemos llegar a los 3 mil 200 millones de plásticos producidos por estas empresas, que son 177 veces el Estadio Azteca. En Ciudad de México, por ejemplo, esos desechos se van a rellenos sanitarios y se convierten en microplásticos”, precisó.

Desde el año 2020, la Ciudad de México es una de las entidades en donde se ha implementado una política para prohibir el uso de bolsas de plástico en establecimientos y comercios, pero en esa política no se consideró el comercio electrónico.

“Las iniciativas para prohibir los plásticos sí han funcionado. Lo que es un reto es cómo se gestiona y retomar lo que se dejó a un lado: el plástico que se usa en la industria del comercio electrónico, por ejemplo, las almohadillas, que son del mismo material que las bolsas de plástico que se prohibieron en el 2020. Eso quedó fuera de la regulación”, criticó la activista.

Y es que la basura electrónica genera, aproximadamente, de acuerdo con Oceána México, 53.4 millones de toneladas, lo que llenaría a 29 camiones de basura diariamente.

FOTO: CUARTOSCURO

¿A dónde van los plásticos que utilizamos?

Los científicos estiman que, si no se atiende este problema, para el año 2050 habrá más plásticos que peces en el océano.

Los plásticos los encontramos en nuestros alimentos y hasta en el aire. La mayoría se utiliza para fabricar envases y embalajes para alimentos, aunque también se encuentra en el embalaje de productos electrónicos, y se estima que el 79% de todo el plástico que se ha producido en el mundo sigue presente en el medio ambiente en algún lugar, eso quiere decir que no tiene la capacidad para degradarse.

De acuerdo con expertos, los microplásticos -partículas muy pequeñas- afectan la salud de las personas porque alteran el sistema endocrino, causa daño hepático, disminuye la fertilidad y es neurotóxico.

En México, uno de los problemas del plástico tiene que ver con la mala gestión de estos residuos. Al respecto, la directora de incidencia de la organización Oceána México, Nancy Gocher, cuenta que en las zonas costeras estos residuos han presentado un aumento debido al crecimiento exponencial del turismo.

En tanto, en zonas urbanas, como la capital o en zona metropolitana o zonas rurales al interior de las entidades no hay políticas ni leyes, menos aún vigilancia que promuevan la gestión adecuada de esos residuos.

Según el Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica señala que, al año, cada habitante consume 66 kilogramos de plástico, lo que genera de 43 a 59 kilos de residuos plástico por cada habitante.

Mientras tanto, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) asegura que se generan 5.7 millones de toneladas de residuos plásticos al año y son mal gestionados, por lo que estos desechos aportan el 3.4% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) a nivel global.

FOTO: AFP

Responsabilidad compartida

La activista hizo un llamado para que en general, el plástico pueda dejar de usarse y anhelar que se frene su producción.

“Recientemente es una victoria que Amazon en Estados Unidos anunció que se comprometía a ya no usar estas almohadillas desechables de plástico en sus empaquetados en todo Norteamérica, lo que significa que más de 15 mil millones de toneladas de plástico van a salir. Es una muy buena noticia, sin embargo, el Estado no le puede dejar la responsabilidad a las empresas, porque el día de mañana cambian de opinión y regresan a utilizarlo. Debe de garantizarse en una legislación y en una política pública (como en el caso de la Ciudad de México), porque muchas veces lo que sucede con la industria es que dicen, ‘las personas tienen que aprender a reciclar’ y le echan la responsabilidad al consumidor”, sentenció.

Aseguró que es una responsabilidad compartida dado que las afectaciones son generalizadas, pero las repercusiones más graves suelen afectar a las comunidades y poblaciones más marginalizadas.

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