Los llamados continuos internacionales al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu para detener su plan de apoderarse de la Franja de Gaza, parecen generar indiferencia.
“El gabinete de seguridad de Israel instruyó a las Fuerzas de Seguridad para que desmantelaran los dos bastiones restantes de Hamas en la ciudad de Gaza y los campamentos centrales. Contrariamente a las afirmaciones falsas, esta es la mejor manera de poner fin a la guerra y la mejor manera de terminarla rápidamente”, declaró Netanyahu.
Las declaraciones de Netanyahu se dan tras el anuncio de que el ejército israelí ocupará la ciudad de Gaza.
Actualmente Israel tiene presencia militar en más del 70 por ciento de la Franja de Gaza.
Aunque la ONU señala que fuera de las áreas militares o con orden de evacuación solo queda fuera el 14 por ciento del territorio, el cual Netanyahu ha indicado querer controlar, bajo el pretexto de expulsar a la organización Hamás.
Los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda se han sumado a la lista de países que aceptarán la solución de dos estados.
Además al bloque opositor contra Netanyahu se alzan nuevas voces como la de la ultraderechista primera ministra de Italia, Giorgia Meloni.
Además de protestas en diversos países como Turquía, España y Argentina.
La presión también se hace desde el interior, miles de personas se reunieron en la plaza de los rehenes exigiendo el regreso de los 50 cautivos en Gaza.
Organizaciones y líderes políticos israelíes acusaron a Netanyahu de cometer genocidio contra el pueblo palestino.
“Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza”, aseguró la directora ejecutiva de B’T Selem, Yuli Novayk.
Junto a la hambruna que enfrentan los gazatíes, también están los ataques que son cada vez más intensos y que han matado más de 66 mil personas desde el 7 de octubre de 2023.