Las y los agentes estadounidenses que repelieron a un centenar de migrantes venezolanos en la frontera con México usaron munición de gas pimienta contra ellos, así lo informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Las y los manifestantes, que llevaban enormes banderas de Venezuela y Estados Unidos, iniciaron una marcha en Ciudad Juárez, Chihuahua, hacia el Río Bravo y consiguieron cruzar el río, antes de volver a México, al grito de “¡déjenos entrar, queremos trabajar!”.
El lunes pasado, un centenar de migrantes venezolanos protestaron en la frontera norte de México cuando fueron repelidos por agentes fronterizos estadounidenses.
“Los informes preliminares indican que varias personas se volvieron combativas y físicamente agresivas, lo que resultó en el despliegue de municiones de balas de pimienta”, afirmó Chris Magnus, director de la CBP.
Asimismo, dijo que se trata de un sistema, menos que letal, que los agentes están capacitados para usar para protegerse a sí mismos y a otros de un ataque.
“La Oficina de Responsabilidad Profesional está examinando este incidente“, señaló Magnus.
Mientras tanto, medios internacionales documentaron que agentes de la patrulla fronteriza retuvieron a uno de los líderes de la marcha, el artista mexicoestadounidense Roberto Márquez “Robenz” y a un venezolano, lo que desató reclamos de los manifestantes, que empezaron a correr de regreso a México.
Los hechos
Eli Alfonso Segura, asistente a la manifestación, dijo que estaba peleando porque no me quitaran su bandera y que ya cuando estaba dentro del río le dispararon una vez y otra vez.
“Como cobardes nos maltratan, porque somos un pueblo desarmando, humilde, trabajador”, mencionó.
En ese momento, los uniformados estadounidenses empezaron a disparar balas de goma, que los migrantes respondieron con piedras.
Ante esto, el director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR), Fernando García, exigió una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido y pidió a las autoridades de migración que actúen con justicia en lugar de dar la espalda a las personas, familias, mujeres y niños que tienen derecho a solicitar asilo.
Numerosas personas venezolanas se han instalado un campamento en Ciudad Juárez con la esperanza de poder cruzar la frontera pese a que Washington modificó el 12 de octubre sus políticas migratorias.
Según la nueva directiva, 24 mil venezolanos podrán ingresar mediante una petición formal y por vía aérea, mientras que aquellos que crucen la frontera ilegalmente serán devueltos a territorio mexicano.
Migrantes de Venezuela piden al Gobierno de México un programa de ayuda humanitaria
La semana pasada, personas migrantes de Venezuela y organizaciones civiles acudieron al Senado de la República para pedir al Gobierno Federal y al de la Ciudad de México el despliegue de un programa de ayuda humanitaria para frenar la crisis que padecen.
En particular, se refirieron al caso de los migrantes venezolanos que son expulsados de Estados Unidos y residen temporalmente en albergues en México, designado como tercer país seguro.
“Tenemos compañeros en situación de calle, compañeros que no tienen dónde dormir, niños que duermen en la calle, niños que duermen en la acera, necesitamos una gran ayuda en ese tema”, expresó Jonathan, migrante venelozano.
Expusieron la sobrepoblación que viven en los albergues.
“Cafemin es un albergue en la Ciudad de México que tiene capacidad para 75 personas, anoche durmieron en Cafemin 620 personas”, dijo Mario, responsable albergue Cafemin.
Señalaron que, con cifras al 25 de octubre, ingresaron al país 5 mil migrantes de Venezuela que fueron expulsados de Estados Unidos.