A partir de este lunes 27 de junio, los agentes de migración de Estados Unidos podrán realizar redadas para expulsar del país a personas indocumentadas.
Un juez de Texas emitió un fallo que deja sin efecto disposiciones del gobierno del presidente Joe Biden, de sólo expulsar a personas que representan un riesgo para la seguridad nacional.
El juez también ordena a las cortes de migración acelerar los casos de deportación pendientes.
“Se pudiera desatar una verdadera cacería de indocumentados, siendo que ya que los agentes de inmigración no son sujetos de respetar una orden superior”, Juan José Gutiérrez, vocero de la organización “Vamos Unidos”.
El gobierno de Biden había dispuesto expulsar únicamente a aquellos migrantes con antecedentes penales y quienes representaran un riesgo para la seguridad nacional y fronteriza.
“Técnicamente un inmigrante indocumentado puede ser deportado simplemente por ser indocumentado, pero como son tantos inmigrantes indocumentados, ICE tiene ciertas prioridades”, dijo Carlos Eduardo Espina, activista promigrante.
El departamento de Seguridad Nacional aseguró que los agentes del servicio de inmigración decidirán caso por caso de forma responsable a quiénes deportar.
Once millones de indocumentados viven en Estados Unidos y más de cinco millones de ellos son mexicanos.
Por otra parte, el servicio de ciudadanía e inmigración flexibilizó la norma para los indocumentados que salieron o fueron deportados de territorio estadounidense.
Podrán regresar al país si tienen una visa durante los 3 o 10 años después de su salida. En caso de buscar la residencia permanente o la ciudadanía, deberán esperar hasta una década.