Al menos 20 civiles murieron y decenas de miles fueron desplazados en combates encarnizados entre rebeldes y fuerzas progubernamentales en la región de Afar, limítrofe con Tigré, en el noreste de Etiopía, informó este jueves un alto cargo etíope.
Sigue habiendo combates violentos. Casi 70.000 personas se han visto afectadas directamente y están desplazadas (…) más de 20 civiles han muerto”, declaró Mohammed Hussen, un alto cargo de la Agencia nacional de protección civil en la región de Afar.
El primer ministro etíope Abiy Ahmed, Premio Nobel de la Paz en 2019, envió el ejército federal a Tigré en noviembre para destituir a las autoridades regionales del Frente de Liberación Popular de Tigré (TPLF).
Según él, esta operación fue en represalia por ataques a los campamentos del ejército ordenados por el TPLF, el partido que gobernó el país durante tres décadas.
A finales de noviembre Abiy proclamó la victoria tras hacerse con el control de la capital regional, Mekele. Pero los combates continuaron y Adís Abeba perdió terreno.
El 28 de junio, las fuerzas rebeldes pro-TPLF reconquistaron Mekele y los días siguientes gran parte de Tigré.
Abiy prometió que las haría retroceder y movilizó a fuerzas regionales procedentes sobre todo de Oromia, para combatir junto al ejército federal.
El domingo los rebeldes afirmaron haber llevado a cabo operaciones restringidas contra las fuerzas gubernamentales en la región de Afar, lo que supone la apertura de un nuevo frente.
Pero según Mohammed Hussen, estas operaciones son a gran escala y las fuerzas rebeldes “cruzaron la frontera con la región de Afar y atacaron a comunidades pastorales inocentes”.
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