
Suman ya 28 muertos y 37 heridos tras el derrumbe de un edificio en construcción, en la ciudad de Abadán, provincia iraní de Juzestán, mientras la policía reprime a manifestantes que exigen justicia.
Al grito de “muerte a los funcionarios incompetentes”, pobladores del lugar fueron dispersados con gases lacrimógenos y disparos de advertencia, cuando reclamaban todo el peso de la ley contra el alcalde de la localidad y dos predecesores, detenidos bajo sospecha de negligencia.
El lunes, el edificio Metropol, de 10 pisos, se hundió parcialmente en una calle muy concurrida, por lo que continúan las labores de rescate.
Autoridades policíacas anunciaron el arresto de 13 personas acusadas de ser “responsables” de la tragedia.

El primer vicepresidente Mohamad Mokhber visitó Abadán el viernes, según la agencia de noticias Isna.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, expresó sus condolencias a los habitantes de Abadán y pidió que se enjuicie y castigue a los responsables de esta tragedia.

La justicia local anunció el martes la detención de al menos 10 personas, entre ellas el alcalde de Abadán y dos exalcaldes, acusados de ser “responsables” de lo ocurrido.