En Estados Unidos, cuatro mil menores migrantes se encuentran en estaciones de la patrulla fronteriza, en espera de ser trasladados a albergues. Mil de ellos serán ubicados en albergues en Michigan, y 900 más en Pensilvania.
En tanto, familias enteras son deportadas a la frontera con México. En esos lugares de resguardo, por cierto, se les aplican pruebas de COVID-19.
Me tuvieron tres días en migración, allí nos tienen en unos cuartos helados, comida sólo nos dan una burrita, los niños no se alimentan bien”, mencionó Denia Gómez, migrante de Honduras.
Respecto a las pruebas de COVID-19 y las pruebas de anticuerpos IgG, el médico Enrique Meléndez comentó que, en su mayoría, las y los migrantes obtuvieron resultado negativo.
La mayoría salió negativo, tenemos tres pacientes con defensas se llama IgG, que salió ligeramente positivas, eso quiere decir que probablemente tuvo el COVID en algún momento de la pandemia”, comentó Enrique Meléndez, médico en albergue de Ciudad Juárez, Chihuahua.
La televisora Univisión informó que la madre de un niño nicaragüense que fue encontrado por la patrulla fronteriza en el sur de Texas, fue secuestrada en el norte de México. Un tío habría pagado un rescate por el menor, que fue abandonado.
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