Al menos siete personas, entre ellas cuatro menores, murieron a causa de bombardeos perpetrados por Rusia en la región de Idlib, al noroeste de Siria, el último gran bastión yihadista y rebelde del país, informó este viernes el Observatorio sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El Observatorio sirio confirmó la muerte de “siete personas -entre ellas, cuatro niños de una misma familia, dos hombres y otra sin identificar como consecuencia de los ataques aéreos rusos en el sector de Yisr al-Shughur.
El director de la OSDH, Rami Abdel Rahman, reveló que los niños tenían menos de diez años y que seis de los siete cuerpos sin vida eran civiles. Además, indicó que todavía hay personas atrapadas entre los escombros.
Los víctimas eran en su mayoría sirios desplazados de la vecina provincia de Hama, según Rahman.
Rusia, aliada de Siria desde hace décadas, es el principal apoyo del régimen de Bashar al Asad y lleva interviniendo militarmente desde 2015 en el país.
Aproximadamente la mitad de la provincia de Idlib y partes de las provincias de Alepo, Hama y Latakia están controladas por facciones opuestas al régimen de Damasco, como Hayat Tahrir al-Sham, la antigua rama siria de Al Qaeda.
Asimismo, esta zona alberga también a grupos rebeldes, apoyados de distinta forma por Turquía y otras formaciones yihadistas como Hurras al-Din.