En Nueva York, los albergues no son suficientes para atender a más de 45 mil migrantes indocumentados, por lo que el alcalde, Eric Adams, pagó boletos de autobús para trasladar a cientos a Canadá.
“Hacen bien porque aquí está muy mal; en Canadá dicen que están mejor, todo mundo dice lo mismo”, comentó un migrante en Nueva York.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, aseguró desde 2017 que Canadá está abierta a recibir extranjeros. Desde entonces, los migrantes le han tomado la palabra.
Tan solo el año pasado, 42 mil cruzaron desde Estados Unidos a Quebec para pedir asilo. El sábado fueron 380.
El gobierno quebequense los trasladó a la vecina Ontario y pidió a las autoridades neoyorquinas no enviar más personas. También exigió a Trudeau cerrar la frontera.
“Trudeau tiene una responsabilidad; escuchen: tenemos problemas de alojamiento, de lugares en las escuelas, personal en los hospitales, es necesario que Trudeau mande un nuevo mensaje”, expuso Francois Legault, primer Ministro de Quebec.
Una laguna legal permite a migrantes que entran a Canadá sin papeles, no ser deportados.
Mientras tanto, los solicitantes de asilo que deciden permanecer en Nueva York, reciben cursos para aprender oficios.
“Es una oportunidad para abrir puertas, hay cursos de inglés, la ciudad de Nueva York nos brinda muchas oportunidades que hay que nosotros deberíamos aprovecharlas”, sostuvo Nina Ochoa, migrante de Venezuela.