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Alto Comisionado de ONU vigilará abusos en China

@UNHumanRights

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, el austríaco Volker Türk, aseguró este viernes 9 de diciembre que daría seguimiento al informe “muy importante” publicado por su predecesora sobre la región china de Xinjiang, que menciona posibles crímenes contra la humanidad cometidos contra los uigures y otras minorías.

Ese informe “puso de manifiesto graves preocupaciones en materia de derechos humanos y me concentro en el seguimiento de las recomendaciones contenidas en él”, declaró en una conferencia de prensa el austríaco Volker Türk, que asumió sus nuevas funciones en Ginebra el 17 de octubre.

Cuando se le preguntó cómo procedería, afirmó que intervendrá “personalmente” ante las autoridades chinas. “Estoy muy decidido a hacerlo”, sostuvo.

Su predecesora, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, publicó a fines de agosto su informe minutos antes de concluir su mandato, a pesar de la enorme presión ejercida por Pekín para enterrarlo. 

En este documento, las Naciones Unidas no hablan de genocidio, sino de posibles “crímenes de lesa humanidad” y de “pruebas creíbles” de tortura y violencia sexual y pide a la comunidad internacional que actúe. 

El reporte no contenía ninguna revelación, pero permitió aportar todo el peso de la ONU a las acusaciones hechas desde hace mucho tiempo por varias ONG’s sobre atropellos contra los derechos humanos en Xinjiang, incluidas la detención de más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas y la esterilización forzada de mujeres.

China rechaza estas acusaciones en bloque y presenta los sitios señalados como campos de detención como “centros de formación profesional”, destinados a combatir el extremismo religioso.

ONU cómplice de Estados Unidos y de Occidente

Pekín acusa a la ONU de convertirse en “cómplice de Estados Unidos y de Occidente” e hizo fracasar, en octubre, el intento de Washington y sus aliados de introducir un debate sobre el informe de Bachelet ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Desde hace varios años, China es acusada con pruebas materiales y documentos por países occidentales y organizaciones de defensa de los derechos humanos de haber encerrado en campamentos en Xinjiang más de un millón de uigures y otros miembros de minorías musulmanas, inclusive kazajos. 

Cualquier intento de desprestigiar y desacreditar a China a través de los derechos humanos está condenado al fracaso”, dijo un diplomático chino en la asamblea en el mes de septiembre.

Reacciones internacionales

Japón fue uno de los primeros gobiernos extranjeros en comentar sobre el último informe de Bachelet en agosto pasado. Su principal portavoz del Gobierno instó a China a mejorar la transparencia y las condiciones de los derechos humanos en la región de Xinjiang.

“Japón está muy preocupado por las condiciones de los derechos humanos en Xinjiang, y creemos que es importante que los valores universales como la libertad, los derechos humanos básicos y el estado de derecho también están garantizados en China”, dijo el secretario jefe del gabinete , Hirokazu Matsuno.

Por su parte, Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) pidieron a la ONU y a los gobiernos que iniciaran una investigación independiente sobre los abusos contra los derechos humanos.

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