La mañana de este lunes el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó la reforma migratoria que entró en vigor el sábado en Florida, impulsada por el gobernador Ron DeSantis para sancionar a empleadores de migrantes indocumentados en ese estado.
El Presidente dijo que el gobernador de Florida claramente está en contra de las personas migrantes. Por eso llamó a las y los hispanos y mexicanos en esa nación a castigar en las urnas al gobernante, quien aspira a la candidatura presidencial del Partido Republicano.
“Ni un voto a DeSantis, el que no quiere a su patria, no quiere a su madre. Ni un voto a quienes desprecian a las personas migrantes”, comentó López Obrador.
En ese sentido, el Presidente aseguró que México no guardará silencio y denunció que el gobernador de Florida sólo busca votos usando la estrategia antiinmigrante.
“Sólo por propósitos politiqueros, electoreros, por querer quedar bien engañando que las personas migrantes son las que causan la desdicha en Estados Unidos, todo lo cual es falso, se atreven a hacer esas reformas en vísperas de elecciones”, finalizó el mandatario federal.
Entre las medidas incluidas en la reforma migratoria está exigir a las empresas con más de 25 empleados que utilicen E-Verify, un sistema federal para comprobar el estatus migratorio de las personas a las que quieran contratar.
La ley obliga además a los hospitales que aceptan el seguro público Medicaid a recoger datos sobre el estatus migratorio de sus pacientes, y convierte en un delito castigado con hasta 15 años de prisión el transporte de personas en situación migratoria irregular desde otro estado a Florida.
En Florida, un estado de unos 22.2 millones de habitantes, viven 772 mil personas migrantes indocumentados, según una estimación del laboratorio de ideas Migration Policy Institute. Muchos de ellas trabajan en sectores esenciales para la economía estatal como la agricultura, la construcción y la hostelería.
Según la organización, Florida Policy Institute, la nueva ley podría generar pérdidas anuales de 12 mil 600 millones de dólares para la economía del estado al reducir la mano de obra, los gastos de las personas migrantes indocumentadas y los impuestos que pagaban.
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