Con la aplicación de la nueva Ley General para el Control del Tabaco, modificada a finales de 2022, las personas que fumen en lugares prohibidos podrán ser acreedores a sanciones que podrán partir desde el apercibimiento, o una llamada de atención por parte de las autoridades, así como multas económicas y arresto de hasta 36 horas.
En entrevista con Once Noticias, Carlos Gámez, director de la Oficina para el Control del Tabaco de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), detalló que las penas por consumir un cigarro en espacios públicos ya fueron contempladas en Ley General para el Control del Tabaco aprobadas en 2008 y su publicación el año siguiente.
“Estas sanciones van desde apercibimiento, multas, clausuras temporales, clausuras definitivas, y arresto hasta por 36 horas”, dijo.
El funcionario explicó que las sanciones por consumir o exhibir cajetillas de cigarro pueden ser catalogadas en tres grandes rubros. El primero, las multas que van dirigidas a las personas que incumplen las disposiciones de fumar en las zonas libres de humo y en los sitios de concurrencia colectiva, las cuales pueden alcanzar hasta los 10 mil pesos.
El segundo criterio son las multas que pueden ser aplicables a los establecimientos mercantiles como restaurantes bares, etcétera, ahí estas multas van desde 100 mil pesos a 400 mil pesos, aproximadamente.
Y el tercer rubro de multas, enfocadas a la industria del tabaco, como los productores fabricantes, comercializadores, importadores o distribuidores de productos del tabaco, y una falta que podría ser a la prohibición de exhibición de los productos en punto de venta que es uno de los grandes pilares de este reglamento cuyas multas, podrían alcanzar hasta un millón de pesos.
Al ser cuestionado sobre cómo se aplicará esta norma para los llamados puestos ambulantes que expenden cigarros por unidad, Gámez explicó que, si bien estos negocios no pueden ser clausurados, funcionarios de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) podrían retirar el producto.
Lo cierto, dijo, es que las autoridades de la Secretaría de Salud apuestan a que paulatinamente este nuevo reglamento sea aceptado por la sociedad y no quede como letra muerta.
“El ejemplo que quiero poner es que hoy por hoy sería inverosímil, sería difícil de creer que alguien se atreviera a encender un cigarrillo combustible al interior de un restaurante cerrado y no necesariamente por una multa económica, sino por la multa social, que esto representa. Eso es un poco lo que a lo que me refiero con la aplicación progresiva en donde esperamos que en el transcurrir del tiempo estas medidas, pues bueno, vayan asentándose en términos del conocimiento, la población y vayan de alguna manera, pues aplicándose para que no quede estas faltas o las sanciones como en letra muerta”, dijo.
Por último, resaltó que la Secretaría de Salud se encuentra lista para enfrentar la posible lluvia de amparos que podrían presentar empresarios de la industria tabacalera, mismos que, dijo, “no podrían llegar a buen puerto”.
“Nos parece lamentable que haya esta negativa de cumplir con una nueva normativa que tiene el objetivo de cuidar la salud física mental y privilegia al interés superior de la niñez y de los grupos etarios más vulnerables, pero al final están en su derecho de hacerlo, están en su derecho de ampararse, pero sí consideramos que en este caso nos asiste la razón nos asisten los argumentos técnicos de jurídicos y tenemos todos los elementos para poder defender de estas eventuales intentonas para no aplicar el reglamento”, destacó.
De acuerdo con Cofepris, el tabaquismo afecta a más de 15 millones de mexicanos y cobra la vida de 62 mil personas al año.
Reglamento afecta a pequeños negocios
A tres días de la aplicación de este reglamento, distintos negocios pequeños que vendían cigarros por unidad o exhibían estos productos han registrado pérdidas.
Tal es el caso del Carolina Santiago, quién tiene su puesto de dulces en la avenida Cuauhtémoc, ella señaló que la norma es injusta, ya que sus ingresos económicos se han disminuido.
“A la vez está bien porque es muy dañino, pero no sé me hace justo porque los que tenemos negocios en la vía pública salimos perjudicados, vender los cigarros nos ayudaba a la economía más que uno es madre soltera (…)si me vendía 15 cigarros ahora me vendo tres o cuatro”, señaló.
Por otra parte, Ana Vázquez se dijo inconforme pues resaltó que con la aplicación del Reglamento no se permite que las personas sean libres de elegir las cosas que quieren consumir.
Entrevistada el exterior de su negocio al exterior del Centro Médico, señaló que la norma le ha afectado porque quienes consumían algún cigarro piensan que está prohibido.
“Nos ha bajado la venta de cigarros, de un 100 % a un 100 %; las personas gastan menos; la venta ha bajado demasiado debido a que ya no vienen a comprar los demás productos que consumían”, indicó.
En un recorrido que realizó Once Noticias por diversas tiendas de conveniencia, éstas ya no tienen cajetillas de cigarro en exhibición, aunque distintos negocios pequeños se resisten a acatar la norma y aún exhiben estos productos.
Interpone Walmart amparo contra el reglamento
La cadena trasnacional de autoservicios Walmart promovió un amparo para oponerse a la aplicación de esta medida publicada en diciembre pasado y puesta en marcha el pasado 15 de enero.
Fue la apoderada legal de la firma Ilian Graciela Munguía García, quien interpuso este recurso, con ello, la compañía tendrá un plazo de al menos cinco días para complementar este recurso legal y de no hacerlo, las autoridades desecharan la demanda.
En días pasados la Coparmex CDMX alertó por perjuicios a raíz de los cambios al reglamento de la Ley General para el Control del Tabaco.
“En Ciudad de México existen más de 85 mil tiendas de abarrotes que se verán fuertemente impactados por estas medidas unilaterales de la Secretaría de Salud, pues hasta el 25% del ingreso mensual de los establecimientos proviene de la venta de cigarros”, señaló.