Un pueblo emprendedor y que enfrenta adversidades convirtió a Cuba en el sitio ideal para invertir.
En menos de dos años, desde que el régimen cubano aceleró la apertura económica, al permitir en agosto de 2021 la creación y operación de pequeñas y medianas empresas, los negocios de particulares han rebasado a las tiendas y comercios estatales.
“Se ha pasado de la noche al día en lo que a capacidad de desempeño para el sector privado se entiende en Cuba; desde el punto de vista legal, el cambio ha sido absoluto y total. El Estado era probablemente el único y el gran proveedor de este país”, dijo el consultor de negocios, Oniel Díaz.
Tras seis décadas de control estatal total en la economía, el presidente Miguel Díaz Canel optó por alentar a los emprendedores cubanos, decisión que desató la apertura de negocios y la formación de cadenas.
Las y los emprendedores se abastecen de empresas importadoras privadas, también de reciente creación, que llevan a la isla alimentos y otros insumos, aunque algunos siguen siendo caros, para el nivel de ingreso de los cubanos.
También está en auge la llamada “Moneda Libremente Convertible, MIC”, vigente desde 2019 y que incluye pesos cubanos, dólares y libras esterlinas.
“Si uno necesita algo que no puede comprar con MIC o con moneda nacional, pues ellos lo tienen, entonces son cosas que uno necesita”, comentó la emprendedora, María Leonor.
El universo de nuevos negocios va desde garajes con cervezas y dulces, hasta establecimientos con productos cárnicos, lácteos y abarrotes, imposibles de encontrar en las tiendas del estado. Omar Buozo se asoció con dos extrabajadores de restaurantes y fundaron un negocio propio.
“Con todo este problema de la pandemia, estábamos todos cerrados, encontramos un lecho en el mercado de hacer algo un poco diferente a lo que se estaba haciendo”, finalizó el fundador del restaurante “Rico desde casa”, Omar Buzo.
Industria de tabaco en Cuba se recupera