Después de dos años, la pandemia de COVID-19 cambió al mundo. El aprendizaje de los estudiantes se observa desmotivado, por lo que urgen estrategias de calidad educativa, precisaron expertos de Finlandia y España.
“La mitad de los estudiantes tiene pobreza de aprendizaje, lo que significa que no entienden, por ejemplo, frases, los significados de frases simples y como en las competencias básicas, necesitamos trabajar. Hay muchos desafíos que tienen que ver con la calidad educativa y la motivación de los estudiantes es fundamental”, explicó Eevamajia Voulio Magister Plus Finlandia.
En el Primer Summit Internacional de Formación e Innovación Educativa: Docencia y Tecnologías, organizado por el Instituto Politécnico Nacional, Juan Vicente Pérez, consejero de la embajada de España, aseguró que el futuro nos alcanzó y la base educativa es, sin duda, la tecnología:
“Los profesionales tienen que entender que el modelo es otro; que el modelo que teníamos no vale en el siglo 21; no es que haya sido malo, donde algunos con ese modelo estamos aquí, con el modelo, digamos clásico, pero la neurociencia, la sociedad ha cambiado tanto”.
Y agregó que es temas a largo plazo, “pero claro, la educación-competencia, también es una innovación, es un cambio revolucionario en la educación”.
Reveló que entre los adolescentes y jóvenes se está dando el fenómeno denominado “la enfermedad de la cara vacía”, es decir, que continúan usando el cubrebocas como un trastorno de personalidad.
“La educación se encuentra en profunda crisis”: ONU
En vez de ser la gran facilitadora, la educación se está convirtiendo rápidamente en la gran divisora social, sostuvo el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, en la Cumbre para Transformar la Educación.
“Cada una de las personas en esta sala sabe que la educación transforma vidas, economías y sociedades, pero también sabemos que debemos transformar la educación porque está en una profunda crisis”, agregó.
Sin embargo, señaló que el mundo no superará esta crisis, ahondada por la pandemia de COVID-19, “haciendo más de lo mismo, más rápido o mejor”.
Asimismo, Guterres añadió que es hora de transformar los sistemas educativos, que potencien el desarrollo individual y permitan a las personas a aprender con el foco en la solución de problemas y la colaboración.
Que contribuyan a discernir, en tiempos de desinformación rampante, las teorías conspiracionistas sobre el cambio climático y los ataques a los ataques a los derechos humanos, enfatizó.
Haciéndose eco de un informe de la Comisión Internacional sobre el futuro de la Educación que critica que los sistemas actuales favorecen la competición por los títulos, aseguró que los currículos están anticuados y no tienen en cuenta el aprendizaje continuado, los profesores están mal formados, desvalorizados y mal pagados y la tecnología deja de lado a los estudiantes más pobres.
Además, recordó que la educación debe proporcionar las bases para el aprendizaje, desde la lectura, la escritura, desde las matemáticas a la ciencia, la tecnología digital y las habilidades sociales y emocionales, así como desarrollar la capacidad de los estudiantes a adaptarse a un mundo laboral en rápida transformación y hacer hincapié en la necesidad de trabajar juntos y responsabilizarnos con los demás y con el planeta.
Para ello se necesita financiación, la inversión más importante que un país puede hacer en su población y su futuro, dijo, y un gran impulso mundial contra las desigualdades.
En torno a 70% de niños de 10 años en los países pobres no son capaces de leer un texto básico, pero incluso en los países desarrollados, los sistemas educativos están ampliando las desigualdades, en vez de reducirlas, advirtió.
Sugieren reinventar educación y métodos de aprendizaje tras la pandemia de COVID-19
La reinvención de la educación es el futuro del aprendizaje tras la pandemia de COVID-19, ha sido uno de los sectores más afectados, reveló un reporte de Microsoft.
Michael Fullan y Joanne Quinn, directores globales de New Pedagogies for Deep Learning, afirman que las repercusiones de COVID-19, los continuos avances en la tecnología digital y la intensificación de una demanda contenida por un aprendizaje centrado en los estudiantes se han combinado para dar paso a una oportunidad sin precedentes para transformar la educación en los sistemas completos.
Afirman que se trata de un potente cambio a un sistema centrado en el estudiante que se intensifica con la tecnología y lo impulsa una educación impregnada de propósito y significado.
Asimismo, los especialistas, quienes realizaron un estudio con Microsoft, señalan que la pandemia ha afectado a todos los sectores de la sociedad y ha puesto de manifiesto sus fisuras, en especial en nuestros sistemas educacionales.
“La reacción a la crisis ha generado algunas respuestas espectaculares por parte de personas y grupos pequeños a medida que los educadores han intensificado el servicio a sus comunidades. En algunos casos, las asociaciones públicas y privadas han llenado las brechas. Algunos sistemas han logrado ofrecer rápidamente experiencias de aprendizaje remoto, pero la mayoría ha tenido problemas para satisfacer las necesidades de todos”, comentaron.
También dijeron que no se ha dado respuestas a la equidad, el acceso y la capacidad.
“Antes de la pandemia, muchos sistemas educativos estaban estancados. La pandemia dejó en evidencia que se necesitan cambios fundamentales. Debido a esta disrupción, se ha reconocido que las escuelas desempeñan un papel clave más allá del aprendizaje. Sus roles de cuidado y ayuda a la comunidad son centrales para una sociedad sana“, explicaron los expertos.
Sin embargo, advierten que en la última década, la participación de los estudiantes cayó en picada pues casi uno de cada cinco estudiantes no alcanza un nivel mínimo básico de habilidades para funcionar en la sociedad actual, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Además, señalan que muchos sistemas escolares no han mantenido el ritmo de los avances tecnológicos y que las escuelas no han proporcionado un acceso generalizado a las herramientas digitales.
El estudio de Microsoft revela que cuando comenzó la pandemia, uno de cada cinco estudiantes no tenían acceso a Internet o a un dispositivo para apoyarlos durante el confinamiento. Por ello, afirman, es momento de situar la educación como un instrumento para el bien individual y de la sociedad.