En sintonía con Estados Unidos, el gobierno de Argentina anunció una reforma migratoria que incluye la expulsión de personas migrantes sin documentos, y la deportación de los extranjeros que hayan sido condenados por cualquier delito.
De ahora en adelante cualquier condenado que intente ingresar a través de la frontera será rechazado por las autoridades migratorias, y quienes sean encontrados en flagrancia ingresando por pasos no habilitados, serán inmediatamente expulsados.
Javier Milei, presidente de Argentina
Otro motivo de expulsión de país también será mentir al intentar ingresar a territorio argentino.
El gobierno del ultraliberal Javier Milei también endurecerá los requisitos para obtener la residencia permanente y la ciudadanía argentina, que ahora requerirá dos años continuos de residencia.