Argentina vive una de las peores crisis económicas, heredada por el Gobierno de Mauricio Macri, que provoca una inflación superior al 100% anual; los ciudadanos han optado por dejar de ahorrar y ‘quemar’ su dinero en bienes de consumo inmediato.
“Quizás las próximas compras las hago con tarjeta de crédito, que las voy a pagar el mes que viene recién. O después del 24, porque me cierran 24 la tarjeta el otro mes. Así que a veces estoy jugando con 30, 35 días de ventaja y yo me llevo la mercadería y la pago justamente a esos 35, 40 días. Y juego con eso”, dijo Adrián Álvarez, consumidor.
Parece ser un antídoto contra el crecimiento descontrolado de precios, provocado por la insolvencia financiera del Gobierno, ya que el actual Presidente, Alberto Fernández, ha intentado negociar sin éxito las condiciones de los créditos internacionales contratados por la administración de Macri.
A ello se suma una crisis social originada en una provincia del noroeste, Jujuy, donde la aprobación de una reforma que prohíbe las protestas, lo que derivó en movilizaciones no vistas en años. Instancias internacionales de derechos humanos exigieron al gobernador de esa provincia frenar la represión contra manifestantes y respetar los derechos y garantías individuales de sus gobernados.
El propio Presidente Alberto Fernández consideró inadmisible la violencia de la policía en una democracia.
Más de 70 heridos por perdigones, gases y toletes policiacos exacerbaron los ánimos de organizaciones defensoras de los derechos humanos en las protestas indígenas y sociales contra esa medida.