Continúan los trabajos de rescatistas para dar con más personas que quedaron atrapadas bajo el fango, tras los devastadores deslizamientos de tierra que provocaron las lluvias del martes en la ciudad brasileña de Petrópolis, con saldo de al menos 136 muertos, entre ellos 26 niños.
Las autoridades advierten que hay pocas esperanzas de encontrar sobrevivientes, ya que han transcurrido casi cinco días desde que grandes cantidades de lodo y escombros sepultaron los barrios más pobres de las laderas.
La policía del estado de Río de Janeiro dijo que hasta la noche del viernes había 218 personas desaparecidas, mientras el presidente Jair Bolsonaro, quien el viernes sobrevoló la zona del desastre, dijo que Petrópolis sufrió una “intensa destrucción, una imagen casi de guerra”. El gobierno federal anunció el desbloqueo de una ayuda de 440 mil dólares.