La operación de Estados Unidos para poder atrapar a Ayman al-Zawahiri, líder de Al Qaeda, comenzó prácticamente desde el año pasado, cuando el presidente Joe Biden prometió que el nuevo régimen de los talibanes no haría de Afganistán un refugio seguro para los terroristas. Para ello, anunció la retirada de sus tropas.
En el artículo de BBC News, “Ayman al Zawahiri: cómo la CIA mató con un misil sin explosivos al sucesor de Bin Laden en un balcón en Afganistán”, su autor Matt Murphy destaca cómo es que luego de que las tropas de Estados Unidos se retiraran del país afgano parecía lejana la posibilidad de que el terrorismo terminara; sin embargo, casi un año después, los principales asesores de seguridad del mandatario Biden le anunciaban que agentes de inteligencia habían dado con el paradero de Ayman al-Zawahiri, líder de Al Qaeda, en Afganistán.
En diversas conferencias de prensa, funcionarios de Biden daban a entender a la prensa que quizá Zawahiri había regresado a Afganistán, por ello, los espías estadounidenses estaban atentos en Afganistán. Y no estaban equivocados.
Murphy detalló que Zawahiri, quien fuera considerado el principal hombre de Osama Bin Laden, se habría instalado con su familia en un complejo con altos muros protectores en el centro de Kabul, en el barrio llamado Choorpur.
Comienza la cacería
Refirió que, en abril, autoridades de la CIA comunicaron al mandatario estadounidense que habían identificado una red que apoyaba al líder de Al Qaeda y su familia, de acuerdo a varias fuentes de inteligencia.
Para ello, los espías se dieron a la tarea de analizar patrones de comportamiento de los residentes de la casa, incluidos los particulares gestos de una mujer que los espías identificaron como la esposa de Al Zawahiri.
Observaron que, desde que llegó a su casa, Al Zawahiri nunca abandonó las instalaciones y tenía el hábito de asomarse, de vez en cuando y por cortos períodos de tiempo, a un balcón frente a los muros de la propiedad.
Murphy continúo explicando el método: “Para Biden, la oportunidad de matar a uno de los hombres más buscados por Estados Unidos entrañaba muchos riesgos. Por ello, había encargado a los agentes de inteligencia asegurarse que en el ataque no murieran civiles, incluyendo la familia de Zawahiri y funcionarios talibanes”.
Biden reunió a William Burns, director de la CIA, y a Avril Haines, directora de inteligencia nacional, y a otros altos funcionarios el 1 de julio, para una sesión informativa.
Así llegaron al hombre de Bin Laden
“Biden evaluó junto a sus asesores un modelo a escala de la vivienda de Zawahiri que los agentes hicieron para presentarla en las mesas de trabajo en Washington. Se centró (Biden) particularmente en garantizar que se tomaran todas las medidas necesarias para garantizar que la operación minimizara ese riesgo”, declaró un asesor principal del mandatario estadunidense, según el reporte de BBC News.
Un reducido equipo de abogados se reunió para evaluar la legalidad del ataque y concluyó que Al Zawahiri era un objetivo legítimo.
El 25 de julio, tras convocar a su equipo por última vez y pedir la opinión de sus principales asesores, Biden aprobó el ataque.
Para esta logística se sugiere que: es probable que se usaran variados métodos de inteligencia, desde espías en el terreno, hasta inteligencia de señales o que drones o aviones estadounidenses habrían vigilado el lugar durante semanas o meses, sin ser escuchados ni vistos desde el suelo.
Misiles Hellfire
A las 18:18 horas local, dos misiles Hellfire disparados por un dron alcanzaron el balcón de la casa de Zawahiri, matando al líder de al Qaeda. Los miembros de su familia resultaron ilesos, informaron autoridades de inteligencia, sostuvo Murphy.
Después del ataque, las ventanas de la casa parecían destruidas, pero no se observaban más daños. Muchos analistas creen que se utilizó una versión poco conocida del misil Hellfire, sin ojiva explosiva.
Esta variante -llamada AGM-114R9X- posee seis cuchillas que se despliegan en la superficie del misil a medida que se acerca al objetivo. La energía cinética provocada por la velocidad de esta arma es lo que causa la destrucción, ya que hace trizas todo lo que alcanza y minimiza los daños colaterales. A miles de kilómetros de distancia, en Washington, el presidente fue informado del éxito de la operación.