Internacional

Así se vivió el veredicto de la justicia de EUA contra Genaro García Luna

Cinco veces culpable fue el veredicto por el que le pueden dictar una sentencia de 20 años de prisión, hasta cadena perpetua.

En menos de cinco minutos la ley de Estados Unidos le hizo este martes 21 de febrero justicia a millones de mexicanos que durante 12 años, en los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, padecieron violencias, abusos, asesinatos, corrupción, crímenes y un abuso de poder del hombre a quien su jefe, Calderón, llamó el “superpolicía”.

Hoy sabemos que ese “superpolicía” era en realidad líder de un grupo criminal que se asoció con el “Cártel de Sinaloa” y otros delincuentes, para traficar miles de toneladas de cocaína hacia Estados Unidos y enriquecerse a manos llenas.

Hoy, en menos de cinco minutos, y luego de 5 semanas de juicio, el peso de la justicia le cayó encima a Genaro García Luna.

Primer cargo:

Conspiración para la distribución internacional de cocaína… ¡culpable!

Segundo cargo:

Conspiración para la posesión y distribución de cocaína … ¡culpable!

Tercer cargo:

Conspiración para importar cocaína … ¡culpable!

Cuarto cargo:

Participar en una empresa criminal que aún continúa…… ¡culpable!

Quinto cargo:

Hacer falsas declaraciones ante las autoridades estadunidenses … ¡culpable!

Cinco veces culpable fue el veredicto por el que le pueden dictar una sentencia de 20 años de prisión, hasta cadena perpetua. Cinco cargos que dibujan de cuerpo completo la colusión con el narcotráfico y la corrupción que se vivieron en México durante los sexenios panistas, los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Una de las mayores tragedias de nuestro país, de la que este hombre hoy fue encontrado culpable en estados unidos. 

Desde temprana hora, en la Corte Este de Brooklyn, Nueva York, los 12 integrantes del jurado en este caso, comenzaron su deliberación.

Alrededor de las dos de la tarde, llegaron dos peticiones para cotejar los testimonios de dos testigos, los cuales habían dado cuenta de decomisos de droga en 2007 y 2008, que realizaron autoridades estadounidenses, cuando los cargamentos eran transportados en un barco y en un submarino.

Minutos después la tensa calma se rompió. A la sala entró Linda Cristina Pereyra, esposa del exsecretario, la acompañaban sus dos hijos. Posteriormente, llegó el juez Brian Cogan, los fiscales, toda la defensa y por último, Genaro García Luna, la presencia de alguaciles resguardando la entrada de la sala no era buen augurio para el “superpolicía” se anunció entonces que ya había un veredicto.

Tres golpes a una puerta, fue la señal de la entrada del jurado, el juez les pidió que informaran su veredicto; la hoja de cargos fue entregada, pero el panel olvidó llenar completamente su decisión sobre uno de los delitos, el juez pidió reunirse con los fiscales y la defensa, llenaron de ruido la sala para que no se escuchará la conversación.

Todos regresaron a sus asientos, el jurado tuvo que volver a salir para completar lo faltante, sus 12 lugares quedaron vacíos, el silencio se hizo presente…

García Luna buscaba entre las personas a su familia, luego les lanzó abrazos y besos.

El jurado regresó, entregó la hoja de cargos, comenzó la lectura.

El juez Cogan leyó los cargos: “Por el cargo dos, conspiración para la distribución internacional de cocaína, ¡culpable!”, fue el primer golpe a García Luna, que se trató de cuadrar, aún sentado enderezó la espalda, pero vino la lectura del segundo cargo, ¡culpable! Se volvió a escuchar, tercer cargo, ¡culpable! ¡culpable! ¡culpable!

Cinco de cinco, cinco culpables desarmaron al policía.

Después, el juez Cogan preguntó si la defensa y los fiscales querían escuchar de viva voz de las y los jurados la decisión y entonces les preguntó, “¿el documento representa su veredicto?” la primera jurado respondió “sí su señoría”, el segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto, séptimo, octavo, noveno, decimos, onceavo y doceavo, ratificaron “sí su señoría”. El juicio llegaba a su fin.

La sala comenzó a vaciarse, García Luna fue escoltado por los Marshalls, su familia permaneció de pie, el reloj marcaba las 15:00 horas, salieron de la sala y los llevaron a un pequeño salón adjunto, por una pequeña ventana de la puerta se podía ver a Linda Cristina Pereyra, la única que habló en favor de su esposo, abrazar a sus hijos y llorar.

La primera en salir fue la fiscal Saritha Komatireddy.

Tras de ella, la familia de García Luna, sus abogados los escoltaron, abrieron un paraguas para tapar las cámaras, no quisieron responder, entre empujones lograron subir a un auto y partieron.

A unos metros de la corte, una decena de mexicanos con pancartas celebraban el veredicto y pedían que ahora sea enjuiciado el expresidente Felipe Calderón.

“Este mensaje es para Felipe Calderón, porque sabemos que él era el jefe de Genaro García Luna y a mí me deja mucho que desear que estos expresidentes todo se vayan España y como viven, como le hacen para viajar en donde trabajan, no creo que trabajen como un migrante aquí lavando platos. Ellos llevan una vida de rey, se robaron muchos recursos de México y por eso es que pido que Felipe Calderón también sea investigado finalmente que su mano derecha ya es declarado culpable”, dijo Ricardo Hernández, un migrante mexicano en Nueva York, EUA.

El abogado de García Luna, César de Castro, decidió hablar, se dijo decepcionado del veredicto y dijo que analizarán si presentarán una moción.

“El jurado hicieron su trabajo, no voy a pelear con eso en este momento, porque eso es un muy importante aspecto del sistema aquí de un jurado en los Estados Unidos, el juez habló de eso que es parte del sistema que es muy importante aquí entonces respetamos y vamos a ver si podemos pelear más”, dijo César Castro.

FOTO: AFP

Por su parte, el fiscal de Brooklyn, Breaon Peace, dictaba otra sentencia lapidaria, a través de un comunicado, con las siguientes palabras:

“García Luna, quien alguna vez estuvo en lo más alto de la Seguridad en México, vivirá ahora el resto de sus días habiendo sido desemascarado como un traidor a su país y a los honrados miembros de las fuerzas de seguridad que arriesgaron sus vidas”.

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