El titular de extrema derecha, Jair Bolsonaro, y Luiz Inácio Lula da Silva estuvieron muy cerca en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil.
Lula tuvo un porcentaje de 50.9% y contra 49.1% de Bolsonaro, con más de 99.9% escrutado, casi dos millones de votos de diferencia, con lo que Da Silva fue elegido nuevamente mandatario de Brasil.
Esta elección enfrentó a un titular que prometía salvaguardar los valores cristianos conservadores contra un expresidente de izquierda que prometió devolver al país a un pasado más próspero.
Jornada electoral
Las urnas cerraron a las 17:00 horas en todo el país. Debido a que la votación se lleva a cabo electrónicamente, los resultados iniciales se publican rápidamente y los resultados finales suelen estar disponibles unas horas más tarde.
Bolsonaro había liderado durante la primera mitad del conteo y, tan pronto como Da Silva lo rebasó, los autos en las calles del centro de Sao Paulo comenzaron a tocar la bocina. Se podía escuchar a la gente en las calles del barrio de Ipanema de Río de Janeiro gritando: “¡Se volvió!”
En la sede de Da Silva en el centro de Sao Paulo, los presentes se abstuvieron de celebrar hasta que una respetada encuestadora, Datafolha, proyectó que había ganado, luego estallaron en vítores. La autoridad electoral aún no ha confirmado un ganador.
En la primera ronda de votaciones, el 2 de octubre, la primera mitad de los votos contados también mostró a Bolsonaro por delante, con Da Silva a la cabeza más tarde después de que se contaran los votos de sus bastiones.
Posibles anomalías
Más de 150 millones de brasileños están habilitados para votar, pero alrededor de 20% del electorado se abstuvo en la primera vuelta. Tanto Da Silva como Bolsonaro han centrado sus esfuerzos en impulsar la participación.
La autoridad electoral prohibió que los operativos de la policía vial federal afectaran el paso de los votantes en el transporte público.
Aún así, hubo múltiples informes de puntos de control y paradas de tráfico. La cadena de televisión Globo informó de más de 500 paradas, la mitad de las cuales en la región noreste, bastión del Partido de los Trabajadores.
Por ello, el partido presentó una solicitud de arresto del director de la policía de carreteras y exigió que las urnas de la región permanezcan abiertas más tarde.
En declaraciones a los periodistas en Brasilia, el presidente de la autoridad electoral, Alexandre de Moraes, dijo que el director de la policía aclaró que ninguna parada duró más de 15 minutos, que la participación no se vio afectada y que las urnas cerrarían a las 17:00 hora local, como estaba previsto.
Bolsonaro y Lula emiten su voto
Bolsonaro fue el primero en la fila para emitir su voto en un complejo militar en Río de Janeiro. Lucía los colores verde y amarillo de la bandera brasileña que siempre aparecen en sus mítines.
En vísperas de las elecciones, Bolsonaro compartió un video en Twitter del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, apoyándolo y diciendo que se ha asegurado el respeto universal de Brasil en el escenario mundial.
“No lo pierdan, no dejen que eso suceda. No sería bueno para su país. Me encanta tu país, pero no sería bueno. Así que sal y vota por el presidente Bolsonaro. Está haciendo el trabajo como pocas personas podrían hacerlo”, dijo Trump en el video.
Por su parte, Da Silva criticó específicamente a Bolsonaro por la caída de la estatura de la nación en el extranjero, destacando la escasez de visitas de Estado y reuniones bilaterales.
Asimismo, ha señalado que sus cuatro años de mandato han estado marcados por un proclamado conservadurismo y defensa de los valores cristianos tradicionales.
Además, afirmó que el regreso al poder de su rival marcaría el comienzo del comunismo, la legalización de las drogas, el aborto y la persecución de las iglesias, cosas que no sucedieron durante los primeros ocho años de Da Silva en el cargo.
Amenazas de Bolsonaro
Durante la campaña para este balotaje en segunda vuelta, Bolsonaro había hecho afirmaciones repetidas, no probadas, de posible manipulación electoral antes de la votación.
Esto generó temores de que, si perdía, no aceptaría la derrota y trataría de cuestionar los resultados. Sin embargo, luego del resultado que le dio el gane a Lula da Silva, el actual mandatario no ha salido a aceptar su derrota.
Opinión de los votantes
Este domingo, Livia Correia y su esposo, Pedro, llevaron a sus dos hijos pequeños a una mesa de votación en el barrio de Copacabana de Río, donde los partidarios de Bolsonaro se reúnen regularmente.
Para Miguel Martins, un diseñador de 36 años que votó al izquierdista en Brasilia, se trata de los comicios más importantes de la historia democrática de Brasil, “una elección entre el autoritarismo y la diversidad”.
Katia Valadao dijo que votaría por Bolsonaro porque acabó con la corrupción, dijo esta secretaria de 61 años, en alusión a los escándalos que salpicaron los gobiernos del izquierdista (2003-2010).
“Una parte no despreciable votará a Lula por el rechazo a Bolsonaro. Lo mismo sucede del otro lado”, dijo Lara Mesquita, profesora de la Fundación Getulio Vargas en Sao Paulo.
Varios famosos hicieron uso de su popularidad para atraer el voto para su candidato. El futbolista Neymar para Bolsonaro y los músicos Caetano Veloso y Anitta para Lula.
Elección se realiza de manera eficiente
Al término de la jornada, los observadores electorales internacionales dijeron que las elecciones de este domingo en Brasil se llevaron a cabo de manera eficiente.
Un observador dijo que los auditores militares no encontraron ningún defecto en las pruebas de integridad que hicieron del sistema de votación.