Las fuerzas de Moscú atacaron una planta siderúrgica en Mariúpol, el último reducto de la resistencia en la ciudad portuaria, y en Odesa cinco personas perdieron la vida y 18 más resultaros heridas bajo bombardeos rusos, afirmó el jefe de la Diplomacia ucraniana, Dmytro Kuleba.
Por su parte, Oleksiy Arestovich, asesor del jefe de la Oficina Presidencial ucraniana, dijo que las tropas rusas habían reanudado los ataques aéreos sobre Azovstal, en Mariúpol, y estaban tratando de asaltar la acería donde se encuentran refugiados cientos de ucranianos.
La situación se complica aún más, ya que la intención de evacuar a niños, mujeres y ancianos de esa localidad fue fallida, indicó Petro Andryushchenko, un funcionario de la alcaldía, quien agregó que unas 200 persona acudieron al lugar desde el cual debían partir, pero fueron “dispersados” por los militares rusos y algunos obligados a subir a autobuses que los llevaron hacia una localidad ocupada por Rusia, a 80 kilómetros al norte.
Los permanentes ataques demuestran la fallida tregua por la Pascua Ortodoxa en ucrania, que se celebra este fin de semana, pese a que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, habló con su homólogo ruso, Vladímir Putin, de permitir un cese el fuego en el este y corredores humanitarios durante estas celebraciones.
Ante los constantes bombardeos, el gobernador de la región de Leópolis, Maksym Kozytskyy, anunció un toque de queda a partir de la noche de la Pascua Ortodoxa.
Las restricciones estarán en vigor entre las 23:00 horas del sábado y las 05:00 del domingo, y todos los días posteriores en el mismo horario hasta nuevo aviso.
Por otro lado, Estados Unidos ha convocado a 40 países aliados a una reunión militar sobre la situación en Ucrania, que se celebrará el próximo martes 26 de abril en la base aérea de Ramstein, en Alemania. Se sabe que una veintena ya ha aceptado, aunque aún se desconocen los detalles.
En tanto, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, viajará el próximo lunes a Moscú, donde se encontrará con el presidente Vladimir Putin, para luego reunirse en Kiev con el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski.