Internacional

Atentado contra escuela religiosa islámica en Afganistán deja al menos 19 muertos

Los talibanes afirman tener el control de la seguridad en el país y suelen negar o restar importancia a los incidentes denunciados en las redes sociales. 

Por lo menos 19 personas murieron y más de 20 resultaron heridas, en su mayoría jóvenes, durante un atentado este miércoles contra una madrasa (escuela religiosa islámica) en la ciudad de Aybak, en el norte de Afganistán.  

“Todos son niños y gente común”, dijo un médico del hospital de esta ciudad, capital de la provincia de Samangan, a unos 300 kilómetros al norte de Kabul.

Un funcionario provincial confirmó la explosión, pero no pudo dar cifras de víctimas ni información sobre las circunstancias.  

Los talibanes, que a menudo minimizan el número de víctimas, declararon que 10 estudiantes murieron y muchos otros resultaron heridos. 

Según el médico de Aybak, las víctimas presentaban heridas en el cuerpo y el rostro y fracturas en manos y piernas.

Los heridos más graves fueron transferidos a hospitales mejor equipados de la ciudad de Mazar-i-Sharif, a unos 100 kilómetros. 

“Nuestros investigadores y fuerzas de seguridad están trabajando rápidamente para identificar a los autores de este crimen imperdonable y castigarlos por sus acciones“, tuiteó el portavoz del ministerio del Interior, Abdul Nafay Takor.  

Fotos y vídeos publicados en las redes sociales, que no pudieron ser autentificados de inmediato, muestran a combatientes talibanes cerca de cadáveres esparcidos por el suelo de un edificio, con marcas de sangre. También se ve una sala con alfombras de oración, vidrios rotos y otros desechos.  

“Esta explosión recuerda al mundo que los sufrimientos del pueblo afgano están lejos de haber terminado”, reaccionó en un tuit la ONG Amnistía Internacional.

El regreso de los talibanes al poder en agosto de 2021 puso fin a dos décadas de guerra en Afganistán y supuso una importante reducción de la violencia.  

Sin embargo, se han producido decenas de atentados contra civiles, la mayoría reivindicados por la rama local del grupo Estado Islámico (EI-K).   

Amenaza para el régimen talibán 

Los talibanes afirman tener el control de la seguridad en el país y suelen negar o restar importancia a los incidentes denunciados en las redes sociales.  

Sin embargo, los analistas consideran que los yihadistas del EI -un grupo sunita, como los talibanes pero con el que mantiene una profunda enemistad y diferencias ideológicas- sigue siendo la principal amenaza para su régimen.  

El 5 de octubre pasado, al menos cuatro personas murieron en Kabul en una explosión en una mezquita del Ministerio del Interior. 

Unos días antes, el 30 de septiembre, un atentado suicida en un centro de formación de Kabul para preparar los exámenes universitarios mató a 54 personas, entre ellas, al menos 51 jóvenes, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El atentado tuvo lugar en un barrio poblado por la minoría chiíta hazara.   

Nadie se ha reivindicó la autoría del ataque, pero el Gobierno afgano acusó al EI-K. 

A mediados de octubre, las fuerzas de seguridad afganas anunciaron haber matado a seis miembros del EI-K, acusados de participar en ese atentado y en el ataque a una mezquita de Kabul.  

El pasado 23 de septiembre, al menos siete personas murieron en un atentado con coche bomba cerca de esta mezquita de la capital, frecuentada por altos cargos y combatientes talibanes. 

 

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