En Estados Unidos se multiplican las agresiones contra menores refugiados. Autoridades locales los criminalizan y han incurrido en maltratos, como el sufrido por un joven de 16 años en un refugio en San Antonio, Texas, en mayo de 2020.
Presa de un episodio de ira, el joven recibió descargas eléctricas por más de medio minuto de un agente del condado de Bexar, quien ya es investigado.
El caso es uno de tantos documentados por la ONG “Reveal”, que dimensiona el maltrato de autoridades locales a menores, por encima de normas federales.
El sistema de justicia de Texas trata como adultos a jóvenes desde 17 años. Y con el programa de seguridad fronteriza anunciado por el gobernador republicano, Greg Abbott, a partir del lunes 14 de junio, en el sentido de que cualquier migrante podrá ser criminalizado sólo por cruzar la frontera.