El gobierno austríaco anunció una reapertura general de los restaurantes, hoteles y lugares de culto a mediados de mayo, seis meses después de su cierre y cuando el número de contagios por COVID-19 comienza a disminuir.
Vamos a poder tomar medidas de reapertura, de manera prudente, a partir del 19 de mayo”, declaró el canciller conservador Sebastian Kurz ante los periodistas.
Estas medidas se aplicarán a los sectores de la gastronomía, el turismo, la cultura y el deporte, con normas de seguridad estrictas, “con el fin de mantener el número de infecciones bajo control”, dijo, afirmando que el país recorre “los últimos metros de la lucha contra la pandemia”.
No obstante, para ingresar a los distintos lugares será necesario efectuar una prueba de detección de coronavirus, cuando sea posible, o bien presentar un resultado negativo, un certificado de vacunación o de presencia de anticuerpos.
También será posible organizar nuevamente eventos públicos con un aforo limitado a mil 500 participantes en interior y 3 mil al aire libre.
Alrededor de dos millones de habitantes han recibido al menos una dosis de una vacuna anticovid 19 y se espera que esta cifra aumente a 3 millones a mediados de mayo, lo que representa un tercio de la población de 8.9 millones de habitantes, según el jefe de gobierno, que prevé un aumento de los casos pero una disminución de las hospitalizaciones con la inmunización de los grupos de riesgo.