La Fuerza Aérea Mexicana y el Boeing 737 cumplieron la primera parte de su misión: cruzar el Atlántico y llegar a Rumania para trasladar a nuestro país a los mexicanos que lograron salir de Ucrania y que quieren regresar a su patria.
El Boeing partió la mañana del domingo de la Base Área Militar no. 19, en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Cinco horas antes se alistó la aeronave para realizar el recorrido, con la carga de combustible y hasta sanitización.
Para el coronel Iván Espejel, que lo mismo ha comandado misiones de rescate en inundaciones o sismos, está operación es histórica.
Se nos dio la misión de repatriar a connacionales que se encuentran allá en zona de guerra”, comentó Héctor Iván Espejel Estrada, coronel Fuerza Aérea Mexicana.
Como su nombre lo dice, es una misión de ayuda humanitaria; está aeronave también podría trasladar a latinoamericanos que quieran escapar de la zona de conflicto.
“Los diferentes países de la región han estado en diálogo político para trabajar de manera conjunta. Y hay una iniciativa en la que algunos connacionales de países latinoamericanos puedan regresar en este avión”, agregó Daniel Millán, jefe de la Oficina del Secretario de Relaciones Exteriores.
Fue un viaje largo, de 20 horas y con tres escalas: en Trenon, Canadá, Gandel, Canadá y Shannon, Irlanda.
El objetivo bien vale el largo periplo que 11 integrantes de la Sedena y las fuerzas armadas, junto con la comitiva de la cancillería mexicana, y los medios de comunicación han hecho: que ningún connacional se quede sin la posibilidad de regresar a territorio mexicano, si así lo desea.
Fue así como este lunes, a las 15:10 -hora de Rumania- y 8:18 -hora del centro de México- la aeronave arribó al Aeropuerto Internacional de Bucarest, Rumania, capital de uno de los países vecinos de la zona bélica.
La aeronave permanecerá en esa terminal aérea, en espera de que en las próximas horas, con el inicio de las conversaciones entre Ucrania y Rusia, los ataques se reduzcan y los casi 90 mexicanos que siguen en territorio ucraniano puedan salir e intentar cruzar la fronteras.
En tanto, en la frontera con Polonia se encuentra el encargado consular de México en Polonia, Carlos Tena; y en la frontera con Rumania, el embajador Guillermo Ordorica, quienes ya han recibido a un grupo de mexicanos.
Hay mexicanos que, por los vínculos que han creado en esta región europea -muchos con hijos ucranianos, por ejemplo- prefieren esperar y no regresar a tierras mexicanas.
Pero el Gobierno mexicano tiene muy claro que así sea solo un mexicano el que se regrese en este vuelo de ayuda humanitaria, sano y salvo, la misión estará cumplida.