El sacerdote jesuita salvadoreño Rutilio Grande y el italiano Franciscano Cosme Spessotto, asesinados por militares, así como los seglares Manuel Solórzano y Nelson Rutilio Lemus fueron declarados beatos en una ceremonia en San Salvador.
Al menos seis mil fieles católicos acudieron al acto religioso que se celebró en la plaza “Divino Salvador del Mundo” de la capital salvadoreña.
La beatificación se realizó con una carta apostólica leída por el cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez, en nombre del papa Francisco.
El papa Francisco recordó los cuatro nuevos beatos de El Salvador y animó a rezar “para que su ejemplo heroico suscite en todos el deseo de ser valientes agentes de la fraternidad y la paz”.
Así lo dijo el Santo Padre este domingo 23 de enero después del rezo del Ángelus ante los fieles reunidos en la Plaza San Pedro del Vaticano.
Ayer en San Salvador, fueron beatificados el sacerdote jesuita Rutilio Grande García y dos de sus compañeros, y el sacerdote franciscano Cosme Spessotto, mártires de la fe”, señaló el Papa.
Al referirse a los nuevos beatos de El Salvador, el Santo Padre subrayó que “estuvieron al lado de los pobres, dando testimonio del Evangelio, de la verdad y de la justicia, hasta el derramamiento de su sangre”.