El presidente Joe Biden anunció este viernes nuevos “centros de hidrógeno” en todo Estados Unidos como parte de los esfuerzos para impulsar la economía con energía verde de cara a las elecciones de 2024.
“Estoy aquí para anunciar una de las mayores inversiones en fabricación avanzada de la historia de este país: 7 mil millones de dólares en inversiones federales que atraerán 40 mil millones de dólares en inversiones privadas en energía limpia de hidrógeno”, dijo Biden.
El demócrata de 80 años viajó a Filadelfia para desvelar las regiones que ganaron una guerra de ofertas por miles de millones de dólares en financiación para fabricar el combustible limpio, entre ellas varias en estados electorales muy disputados.
El objetivo de los centros es producir alrededor de tres millones de toneladas métricas de hidrógeno limpio al año, lo que equivale a un tercio del objetivo de producción estadounidense para 2030, y reducir las emisiones.
“En conjunto, la reducción de emisiones de estos centros de hidrógeno equivaldrá a sacar de circulación 5.5 millones de vehículos de gas”, declaró Biden.
Biden, quien está cabeza a cabeza con quien probablemente sea su rival en próximo año, Donald Trump, ha hecho de la energía verde una parte clave de su plan “Bidenomics” para revivir la industria estadounidense y crear puestos de trabajo.
La energía de hidrógeno es un componente también clave en su meta para combatir la crisis climática y llevar a Estados Unidos a un nivel de “cero emisiones netas” de contaminantes en 2050 a más tardar, señaló.
El significativo impulso financiero se destinará a una producción de hidrógeno a gran escala, las tuberías que lo transportan y ayudar a las industrias y empresas a adaptarse a su uso.
Los centros estarán en California, Texas, la costa este de Estados Unidos, el Medio Oeste, el Noroeste del Pacífico, la región montañosa de los Apalaches en el noreste, los estados de Minesota, Dakota del Norte y Dakota del Sur.
Dos de los estados involucrados -Pensilvania en la región oriental y Michigan en el Medio Oeste, fueron estados cruciales en las elecciones de 2020 cuando Biden venció a Trump, y es probable que lo sean igualmente el próximo año.
Preocupación
Algunas organizaciones sin fines de lucro expresaron su preocupación de que la iniciativa podría perpetuar daños causados por los combustibles fósiles.
El Sindicato de Científicos Preocupados advirtió en un comunicado que el anuncio de los centros “promueve múltiples proyectos basados en la producción de hidrógeno y riesgosos usos finales del hidrógeno”.
“Las autoridades de Estados Unidos deben implantar criterios rigurosos para asegurar el desarrollo de una industria del hidrógeno que está inequívocamente alineada con nuestros objetivos climáticos”, señaló Julie McNamara, directora adjunta del programa de clima y energía del grupo.
Los centros de hidrógeno están financiados por una Ley Bipartidista de Infraestructura, que incluye inversiones de 65 mil millones de dólares en energía limpia en el Departamento de Energía.
Biden pidió aumentar la capacidad de producción para fuentes de emisión de carbono bajas y cero, conocidas como hidrógeno “azul” y “verde”.
El hidrógeno azul se produce del gas natural en el que se captura el dióxido de carbono del proceso de fabricación. El hidrógeno verde se produce por medio de fuentes renovables.