El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró estado de emergencia para Nueva York y Connecticut y ordenó la asistencia federal para enfrentar las fuertes lluvias e inundaciones que ha ocasionado el fenómeno meteorológico “Henri” en la costa noreste del país.
Aunque en las últimas horas el huracán perdió fuerza y fue declarado tormenta, sigue siendo una amenaza para Nueva York, con vientos de 110 kilómetros por hora, marejadas ciclónicas, inundaciones repentinas y vientos destructivos.
La acción del presidente autoriza al Departamento de Seguridad Nacional y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias a coordinar todos los esfuerzos de ayuda en casos de desastre para aliviar las dificultades y el sufrimiento causado por la emergencia” en las zonas más impactadas”, indica un comunicado de la Casa Blanca.
Desde ayer sábado, los gobernadores de Nueva York, Andrew Cuomo y de Connecticut, Ned Lamont, declararon estado de emergencia.
Se espera que la zona más afectada sea Long Island, aunque ya están en alerta otros estados de la costa noreste.