Este domingo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hablaron sobre acuerdos en Gaza, para un cese al fuego y la liberación de rehenes entre Israel y Hamás, antes de la toma de posesión de Donald Trump que será la próxima semana.
Las conversaciones mediadas durante el último año por Estados Unidos, Egipto y Qatar se han estancado repetidamente en momentos en que parecían estar cerca de un acuerdo.
Sin embargo, en los últimos días, funcionarios estadounidenses han expresado esperanzas de sellar un acuerdo.
La llamada del domingo entre Biden y Netanyahu ocurrió mientras el jefe de la agencia de inteligencia extranjera de Israel, Mossad, David Barnea, y el principal asesor de Oriente Medio de Biden, Brett McGurk, estaban en la capital de Catar, Doha.
La presencia de Barnea, confirmada por la oficina de Netanyahu, significó que altos funcionarios israelíes están involucrados en las conversaciones y su aprobación es necesaria en cualquier acuerdo.
McGurk ha estado trabajando en los detalles finales de un texto que se presentará a ambas partes, dijo el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan, al medio estadounidense CNN en State of the Union.
Pero dijo que no predeciría si se puede alcanzar un acuerdo para el 20 de enero, el día de la toma de posesión.
Estos acuerdos son una urgencia ante lo que se vive en Gaza, cuya situación es alarmante, según la ONU y UNICEF. Desde que comenzaron los ataques en la Franja de Gaza, más de 45 mil personas, la mayoría han sido población civil, principalmente, niñas y niños, han sido asesinadas por los ataques militares de Israel.
Más de un millón de niños y niñas viven en tiendas improvisadas, expuestos a temperaturas invernales extremas.
Desde finales de diciembre, al menos ocho recién nacidos han muerto por hipotermia, reflejo de la falta de condiciones mínimas de abrigo y atención médica.