El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, culpó al movimiento islamista palestino Hamás por rechazar una tregua temporal en Gaza, propuesta por parte de Egipto y Catar.
Asimismo, Blinken señaló que Hamás también se negó, una vez más, a liberar a un número limitado de rehenes para asegurar un alto al fuego.
Por lo que, enfatizó que es importante “poner fin a la guerra en Gaza, asegurar la liberación de todos los rehenes y aumentar y mantener la entrega de asistencia humanitaria”.
De igual manera, Blinken viajó a Oriente Medio tras la muerte de Yahya Sinwar, líder de la organización islamista palestina Hamás, y mantuvo conversaciones con Ron Dermer, ministro de Asuntos Estratégicos y con Benjamin Netanyahu, alto consejero del primer ministro israelí.
Estas acciones de Blinken buscan establecer un plan de posconflicto para Gaza que le permita a Israel declarar el fin de la guerra, incluso sin un acuerdo negociado de por medio.
Además, el secretario de Estado de Estados Unidos también ha estado buscando un acuerdo en Líbano para poner fin a la ofensiva de Israel que obligaría al movimiento chiita libanés Hezbolá a abandonar las áreas fronterizas.
Buscan un alto al fuego
Por su parte, el presidente estadounidense Joe Biden presentó una propuesta para un alto el fuego en la guerra de Gaza, que incluiría la liberación de los rehenes capturados en el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
De igual manera, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió en mantener presencia de tropas en la frontera con Egipto.
Mientras que el director de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), Bill Burns, habló con su homólogo del Mossad en Catar sobre una propuesta de alto el fuego a corto plazo para liberar a algunos de los rehenes.
Hamás acusa a Israel
El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, bajo control de Hamás, acusó al ejército israelí de “bombardear y destruir” el único hospital que aún funciona en el norte del territorio palestino, donde reportó numerosos heridos.
Por su parte, el ejército israelí afirmó estar verificando estas informaciones y dijo que estaba operando “contra la infraestructura y los agentes terroristas en el norte y el centro” de Gaza.
Ante ello, Hosam Abu, director del hospital Kamal Adwan, situado en Beit Lahia, dijo que la situación era catastrófica y que el ejército no se comunicó con el centro de salud antes de atacarlo directamente.