Los bombardeos israelíes han asesinado a 2 mil 360 niños. Padres y madres lloran abrazados a los pequeños cuerpos inertes en Gaza…
“No están librando una guerra contra Hamás, están librando una guerra contra los niños. Están matando deliberadamente. Es una masacre. ¡Una masacre!”, expresó Abou Ali Zaarab, habitante de Gaza.
Además de los niños, los bombardeos israelíes han cobrado la vida de casi 3 mil 500 vidas más de hombres y mujeres de Gaza.
Los bombardeos israelíes también han dejado más de 15 mil personas heridas, así como toneladas de escombros que han sepultado a niños, jóvenes y ancianos.
En las últimas horas de horror, Israel disparó contra 400 objetivos.
Cada hora, los ataques hacen nuevos cráteres, testimonios mudos de la barbarie, que muestran el antes y el ahora. Hasta donde la vista alcanza, hay edificios dañados o destruidos.
Si bien los palestinos consideran a Gaza “la mayor cárcel al aire libre” del mundo, tenían un ritmo de vida cotidiano. Cerca de 2.4 millones de habitantes tenían casas, trabajos, autos, y familias.
Los ataques israelíes han dejado escombros donde había torres residenciales; mezquitas e iglesias están en ruinas.
Los ataques de Hamás pocas veces impactan en sus objetivos, debido al sistema israelí de defensa antimisiles y cuando lo hacen, sólo causan daños materiales.
Una de las rehenes de Hamás, liberada el lunes, contó que vivió un infierno cuando fue secuestrada el 7 de octubre.
“Estaba tumbada en la moto, con el cuerpo a un lado y las piernas al otro, y me golpearon por el camino”, señaló Yocheved Lifshitz, mujer secuestrada por Hamás.
Pero todo cambió cuando llegó a Gaza.
“Se ocuparon de todas nuestras necesidades, les daré crédito por eso: fueron muy corteses. Se aseguraron de que estuviéramos limpios y de que comiéramos”, agregó Yocheved Lifshitz.
La policía y la Agencia de Seguridad israelíes difundieron videos de interrogatorios a supuestos militantes de Hamás detenidos, que afirmaron que tenían órdenes de secuestrar personas.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ordenó a las tropas, ubicadas cerca de la frontera con la Franja de Gaza, terminar con la organización islamista.
“Sólo tenemos una tarea: aplastar a Hamás, aplastarlo. No pararemos hasta lograrlo, con su ayuda”, puntualizó Benjamín Netanyahu.