El primer ministro británico, Boris Johnson, comparece este miércoles ante la Cámara de los Comunes por primer vez desde que sobrevivió a un voto de confianza de su Partido Conservador que lo dejó muy debilitado.
El escándalo del “partygate”, es decir, las numerosos fiestas celebradas en Downing Street durante los confinamientos de 2020 y 2021, las y los diputados de la mayoría conservadora activaron un procedimiento que podría haber destituido a Johnson como líder del partido y por consiguiente jefe de Gobierno.
El primer ministro sobrevivió al obtener la confianza de 211 de sus 359 diputados y diputadas, pero los 148 que votaron en su contra mostraron que la revuelta entre sus filas no deja de crecer.
Ante ello, el líder conservador prometió abordar los problemas que más preocupan a las personas británicos, empezando por una posible bajada de impuestos para aliviar la crisis por el disparado coste de la vida que impone sacrificios y estrecheces a muchas familias.
Sin embargo, hasta ahora, solo ha comparecido ante su gabinete, cuyos ministros y ministras lo apoyan muy mayoritariamente, y la sesión semanal de preguntas en la Cámara de los Comunes debe dar la temperatura del descontento entre las y los rebeldes.
“El líder conservador ganó la votación, tiene la confianza de la mayoría de los diputados y así es como funcionan las cosas. Me gustaría ver bajadas de impuestos donde sean posibles y sé que esto es algo que el gobierno se toma muy en serio”, defendió el ministro de Sanidad, Sajid Javid.
Medidas
Las normas del partido establecen que se debe esperar un año antes de activar otro voto de confianza y sus responsables no parecen decididos a cambiarlas pese a la presión de algunos legisladores.
“Espero que Johnson evite ahora aplicar una serie de medidas destinadas a reforzar nuestra popularidad inmediata”, dijo el diputado rebelde conservador David Davis.
Johnson llegó al poder en agosto de 2019 a raíz de la dimisión de la también conservadora Theresa May que, pese a haber ganado un voto de confianza lanzado meses antes para llevar a cabo el Brexit, quedó tan debilitada que se vio obligada a renunciar.
Después, se alzó triunfante con el mejor resultado electoral de su partido en 40 años en unas legislativas anticipadas celebradas en diciembre
Desde entonces, se multiplican los escándalos en torno a Johnson, desde la amiga a la que concedió contratos a dedo cuando era alcalde de Londres hasta la lujosa renovación de su residencia oficial con dinero de un donante del Partido Conservador que este olvidó declarar en su totalidad.
Además, Johnson será investigado en los próximos meses por una comisión parlamentaria que debe determinar si mintió a sabiendas cuando aseguró que no se habían infringido las reglas anticovid en sus oficinas.
Según el código de conducta oficial, engañar al Parlamento debe ser motivo de dimisión.