El primer ministro británico Boris Johnson, obligado a aislarse tras haber estado en contacto con un caso positivo de COVD-19, pidió el domingo “cautela” en vísperas del levantamiento de las restricciones el lunes 19 de julio en Inglaterra, una jornada llamada “Freedom Day”, que llega en medio de la explosión de contagios.
Johnson y el ministro de Finanzas Rishi Sunak “fueron contactados por el servicio público de salud porque estuvieron en contacto con alguien que dio positivo por covid”, dijo este domingo la oficina del primer ministro.
Ambos se habían reunido durante la semana con el ministro de Salud Sajid Javid, quien anunció el sábado haber dado positivo.
En un vídeo publicado en Twitter, Johnson llamó el domingo a la población a la “cautela” en vísperas del levantamiento de casi todas las restricciones.
Like so many people I’ve been pinged by NHS Test and Trace as I have been in contact with someone with COVID-19, and I will be self-isolating until Monday 26th July. pic.twitter.com/X57gDpwDqe
— Boris Johnson (@BorisJohnson) July 18, 2021
Por favor, tengan cuidado y encaren mañana el siguiente paso con toda la cautela y respeto hacia los demás, por los riesgos que sigue presentando la enfermedad”, dijo el líder conservador.
Un portavoz de Downing Street indicó en un principio que Johnson y Sunak escaparían a un aislamiento completo pero ante la polémica y las críticas de la oposición Downing Street anunció finalmente que ambos cumplirán con su periodo de aislamiento.
Reino Unido es uno de los países de Europa más afectados por COVID-19, con más de 128 mil muertos, y los contagios aumentan desde hace semanas, superando 54 mil casos diarios el sábado.
A pesar de esas cifras, Johnson anunció el levantamiento casi total a partir del lunes de las restricciones que permanecían en vigencia en Inglaterra, incluyendo la obligación de utilizar mascarilla o el distanciamiento social, preconizando en cambio la “responsabilidad individual” de cada uno.
El día que muchos esperaban con impaciencia, bautizado por la prensa como “Freedom Day”, inicialmente previsto para el 21 de junio M, pero aplazado para avanzar la vacunación, va acompañado de un mensaje de moderación.
Así, se instará a los clubes nocturnos a pedir una prueba de vacunación o un test negativo para entrar –aunque este no será obligatorio como en otros países— y se aconseja a la población llevar mascarillas en lugares concurridos.
Considerando que “la opción más sencilla y segura habría sido que el gobierno mantuviera la obligación nacional de llevar mascarilla en el transporte público”, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, decidió imponer su uso en los metros y autobuses de la ciudad.
Algunas reglas se prevén confusas.
Quienes lleguen a la capital desde los suburbios en tren y luego tomen un transporte metropolitano tendrán reglas distintas durante su viaje.
Y quienes estén incómodos junto a viajeros sin mascarilla no tendrán argumento legal para pedirles que se la pongan.
Lo mismo ocurrirá a quienes viajen de Inglaterra a Escocia, cuyo gobierno autónomo decidió adoptar un enfoque más cauto y mantendrá “durante algún tiempo” la obligación de llevar mascarilla en lugares cerrados.
El conjunto del Reino Unido conservará sin embargo las restricciones a los viajes internacionales.
Así, únicamente los ciudadanos británicos o residentes legales podrán llegar desde los países de la denominada “lista roja”, que incluye a toda Sudamérica, Panamá, Costa Rica, República Dominicana y desde el lunes a Cuba. Y deben aislarse durante 10 días en hoteles específicos pagando 1.750 libras por persona.
Sin embargo, quienes lleguen desde la “lista ambar”, donde figuran España y casi toda Europa, podrán escapar a la cuarentena en el hogar si recibieron las dos inyecciones necesarias en el marco de la campaña de vacunación británica. La excepción es Francia, a raíz de la “presencia persistente” de casos de la variante Beta, según el gobierno.