La salida de Reino Unido de la Unión Europea sigue causando estragos interna y externamente, a más de año y medio de que se formalizó.
Si bien el objetivo era que Reino Unido tuviera mayor independencia, leyes propias, la dirección de sus empresas y de su sociedad, hasta ahora no parece haber obtenido los resultados deseados.
“El británico de a pie lo que más resiente es la caída del ingreso, tanto el incremento de los precios provocados por la economía, como el recorte de los subsidios por parte de la Unión Europea”, comentó José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios.
La relación con el bloque europeo se ha tensado sobre todo por el protocolo de Irlanda del Norte.
Éste busca mantener a la provincia británica en el mercado único europeo y evitar una frontera física con Irlanda, para preservar el acuerdo de paz de 1998.
El protocolo afectó la importación de productos europeos, elevando costos y tiempos de entrega.
Se suman los diferendos con Francia por los colapsos en los cruces entre Calais y Dover. El tiempo que toma cada vehículo en los puestos de control es excesivo, por falta de personal para verificar los pasaportes de los viajeros.
“Simplemente creo que necesitamos algún tipo de organización”, expuso Bella, habitante de Reino Unido.
En tanto, escocia busca independizarse de Reino Unido, argumentando, tras tres siglos de unión, que se quedaron fuera del bloque europeo.
“Ahora es el momento de llevar a Escocia por el camino correcto, el camino elegido por quienes viven aquí. Ahora es el momento de la independencia”, sostuvo Nicola Sturgeon, primera ministra de Escocia.
Problemas de migración
Y en otro frente, continúan los problemas relacionados con la migración y las visas para trabajadores externos, causando falta de mano de obra en la construcción, salud, agricultura y servicios.
Como consecuencia, sólo en 2020, cerca de 200 mil europeos dejaron el país.
“Muchas enfermeras dentales han decidido regresar al este de Europa, entonces hay pocas enfermeras calificadas para trabajar con nosotros en la consulta”, indicó Gina Vega, dentista.
A 19 meses, el Brexit sigue siendo el gran protagonista en Reino Unido, y su impacto se refleja en los bolsillos de la población.
Nueva primera ministra tomará las riendas de un Reino Unido sumido en la crisis
La nueva primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, se enfrenta a una serie de desafíos económicos. Se avecina una recesión, ya hay una grave crisis del costo de vida, y la relación entre la UE y el Reino Unido se perfila difícil.
Este año, se prevé una inflación del 13% en Gran Bretaña, que podría incluso llegar a un 20% en 2023, si los precios de la energía no disminuyen. La espiral inflacionaria está contribuyendo a un empeoramiento de la calidad de vida de millones de personas en el país.
“Sufrimos un impacto históricamente enorme en el coste de la vida y los ingresos”, señaló James Smith, director de investigación del grupo de reflexión Resolution Foundation.
Agregó que la nueva primera ministra tendrá que centrarse en la crisis actual desde el primer día.
Numerosos sectores, desde los recolectores de basura hasta los abogados, pasaron el verano convocando huelgas para reclamar aumentos salariales frente a la inflación.
Los paros tuvieron un amplio apoyo, pero enfurecieron a algunos usuarios enfrentados a cancelaciones de trenes, contenedores desbordados y supermercados vacíos.
Y de cara al invierno, muchos hogares ya están temblando en previsión de un aumento exponencial de los precios de la energía.