Los ministros de Exteriores de los países del G7 expresaron, este miércoles, su preocupación por el golpe de Estado en Myanmar y llamaron al ejército a devolver el poder al gobierno liderado de facto por Aung San Suu Kyi.
Estamos muy preocupados por la detención de líderes políticos y activistas de la sociedad civil, entre ellos la consejera de Estado Aung San Suu Kyi y el presidente Win Myint”, reza el comunicado conjunto de los cancilleres de las siete mayores economías occidentales.
Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y Canadá, así como el de la Unión Europea (UE), también expresaron su inquietud por los “ataques contra medios de comunicación”.
Llamamos a los militares a poner fin inmediatamente al estado de emergencia, a devolver el poder al gobierno elegido democráticamente, a liberar a todos los detenidos injustamente y a respetar los derechos humanos y el Estado de derecho”, agregan.
El lunes, el ejército puso fin a la frágil transición democrática del país, impuso un estado de emergencia por un año y arrestó a Aung San Suu Kyi y a otros directivos de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND).
El golpe de Estado, “inevitable” según el general Min Aung Hlaing, quien ahora concentra la mayor parte de los poderes al mando de un gabinete compuesto por generales, desencadenó una lluvia de condenas internacionales.
Sin embargo, el Consejo de Seguridad de la ONU no logró el martes ponerse de acuerdo sobre una declaración común para exigir el regreso del gobierno civil, al pedir Rusia y China más tiempo, según un diplomático.