Grandes nubes de humo, de más de 430 incendios forestales activos que arrasan Canadá, han llegado a partes del noroeste de Estados Unidos y el Atlántico Medio, envolviendo vecindarios, parques y terrenos escolares en una neblina naranja llena de posibles contaminantes.
Por ello, millones de personas siguen en riesgo de inhalar aire potencialmente dañino. Mientras tanto, los funcionarios instan cada vez más a las personas a limitar el tiempo que pasan al aire libre y usar mascarillas para una mayor protección.
Los pronósticos sugieren que el aire puede tardar varios días en despejarse debido a los incendios forestales que afectan en mayor parte a Quebec.
Bajo alerta
Así, alrededor de 75 millones de personas están bajo alertas de calidad del aire en la Unión Americana. Las escuelas públicas en Yonkers, Nueva York, están cerradas este jueves.
Otros distritos escolares en Nueva York, Maryland, Virginia y Washington cancelaron las actividades al aire libre, mientras que el gobernador de Nueva Jersey alentó a los distritos escolares locales a hacer lo mismo.
Es malo o realmente malo, dependiendo de dónde se encuentren dijo el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy.
Asimismo, pidió a los niños pequeños, las personas mayores o cualquier persona con problemas cardíacos o pulmonares, a quedarse adentro.
Si tiene que salir, considere usar una buena mascarilla N95 que le quede bien ajustada puntualizó.
Además, se pronostica que los vientos continuarán empujando el humo más al sur, hacia el Atlántico Medio, lo que significa que el mismo humo que generó una de las peores calidades de aire del mundo en la ciudad de Nueva York esta semana, podría asfixiar a Delaware, Maryland, Virginia y Washington.
Calidad del aire
En este contexto, este jueves, la calidad del aire en la ciudad de Washington se elevó por la mañana a “código púrpura”, lo que indica condiciones de aire muy poco saludables para todos.
Ante esto, el alcalde y los funcionarios de la ciudad instaron a los residentes a permanecer adentro tanto como sea posible.
El miércoles por la noche, el índice de calidad del aire en la ciudad de Nueva York superó los 320, lo que significa que era “peligroso” o nivel 6 de 6, la peor designación de AirNow.gov, un sitio de datos de calidad del aire mantenido en asociación por varias agencias gubernamentales.
Sin embargo, la calidad del aire de la ciudad comenzó a mejorar levemente este jueves, aunque todavía en un nivel 5 de 6 que es “muy poco saludable”.
Por otra parte, Filadelfia y Harrisburg, en Pensilvania, fueron las áreas metropolitanas más afectadas este jueves con una calidad del aire “peligroso”. Otras ciudades importantes que enfrentan niveles “no saludables” o “no saludables para grupos sensibles” son:
- Baltimore
- Newark
- Pittsburgh
- Detroit
- Cleveland
- Cincinnati
- Indianápolis
- Washington
Medidas contra los incendios
Con esto, la calidad del aire en Canadá ha disminuido a medida que los incendios desencadenan órdenes de evacuación. Unas 7 mil personas en la ciudad de Chibougamau fueron resguardadas.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, discutieron el impacto de estos incendios en la calidad del aire.
Ambos líderes reconocieron la necesidad de trabajar juntos para abordar los impactos devastadores del cambio climático se lee en un comunicado.
Biden ha dirigido recursos federales de extinción de incendios para ayudar a detener los incendios, dijo la Casa Blanca y agregó que ya se han desplegado más de 600 bomberos y personal de apoyo.
Aeropuertos afectados
Ante esto, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) emitió este jueves una parada en tierra para el Aeropuerto Internacional de Filadelfia debido a la baja visibilidad por el humo de los incendios forestales. Esta estará vigente hasta las 09:15 horas de Miami y es poco probable que se extienda.
Además, el aeropuerto LaGuardia, en Nueva York, sigue teniendo retrasos en tierra, con un retraso promedio de poco menos de una hora, según la FAA.
Según los expertos, los incendios forestales que conducen a una calidad del aire tan pobre se han vuelto más comunes y severos, a medida que el planeta se calienta por los impactos del cambio climático inducido por el hombre.