Internacional

Carlos III promete servir toda su vida a los británicos en su primer discurso a la nación

Carlos III vive el primer día de su mandato en Reino Unido tras la muerte de su madre, la reina Isabel II.

El rey Carlos III vive el primer día de su mandato en Reino Unido, tras la muerte de su madre, la reina Isabel II, por lo que tuvo su primer acercamiento con la gente afuera del Palacio de Buckingham, donde saludo a decenas de personas, una de ellas le dio un beso en la mejilla.

En su primer discurso a la nación, el soberano dijo que comparte la tristeza y la sensación de pérdida con todo el pueblo británico y se comprometió a defender los principios constitucionales.

“Donde sea que viva en el Reino Unido o en los Reinos y territorios de todo el mundo, y cualquiera que sea su origen o creencias, me esforzaré por servirle con lealtad, respeto y amor”, expresó el Rey. 

Asimismo, anunció que su hijo Guillermo, primero en la línea de sucesión, será príncipe de Gales; y expresó su cariño por su hijo menor Enrique y su esposa Meghan Markle. Luego de este evento, se espera que Carlos III sea proclamado como rey este sábado en el Consejo de Ascensión. 

Además de ello, prometió servir “toda la vida“, como su difunta madre Isabel II, a unos británicos de luto por la muerte de la icónica reina y que abrazaron al nuevo monarca con gritos de “¡Dios salve al Rey!”.

“Mi amada mamá, cuando cumplió 21 años, se comprometió (…) a dedicar su vida, ya fuera corta o larga, al servicio del pueblo”, recordó el rey en su primer discurso a la nación, grabado y retransmitido por televisión. 

Previo a su mensaje, Carlos III recibió en el Palacio de Buckingham a la primera ministra, Liz Truss, quien aseguró que el gobierno británico se declara “unido en su apoyo al nuevo rey”. A partir de hoy, Reino Unido cumplirá un periodo de “duelo real”. 

Las campanas de la gran catedral anglicana sonaron al mediodía, como las de la Abadía de Westminster y otras del país, en honor de la difunta monarca. También se dispararon 96 salvas de cañón en varios lugares del Reino Unido, por los años de vida de la reina.

Mientras británicos y visitantes se congregaban con flores y fotos frente al Palacio de Buckingham, llegaron homenajes de todo el mundo

Al luto nacional, se unieron la Primer League y la Federación Británica de las Carreras de Caballos, que cancelaron sus actividades de este fin de semana.

La popularidad del monarca 

Carlos III también se reunió con las y los funcionarios encargados de preparar el funeral de Estado de su madre, al que asistirán reyes y mandatarios de todo el mundo. El féretro de Isabel II deberá viajar en los próximos días desde Escocia hasta Londres para ser velada, homenajeada y enterrada en un funeral que no debe tener lugar antes de diez días.

La reina llegó al trono con sólo 25 años y sus 70 años de reinado batieron récords.  Tras la enorme popularidad de la que disfrutaba, el futuro de la monarquía británica se presagia más complicado con Carlos III, menos apreciado por la opinión pública. 

Los británicos prefieren a su hijo mayor Guillermo, 40 años, y a la esposa de este, Catalina, que junto a sus hijos pequeños, Jorge, Carlota y Luis, aparecen como una familia más moderna. El duelo oficial culminará con un último adiós a la difunta monarca en la Abadía londinense de Westminster.

La ceremonia de coronación de Carlos tendrá lugar en una fecha aún por determinar. Su propia madre tuvo que esperar más de un año tras convertirse en reina.

“Tendrá difícil reinar”

El primer acto del rey en Buckingham fue reunirse con la nueva primera ministra, Liz Truss, nombrada el martes en reemplazo de Boris Johnson, para quien fue también una primicia ya que no tuvo tiempo de celebrar con Isabel II ninguna de las habituales audiencias periódicas entre los jefes de Estado y de gobierno.

“Isabel II era una de las mayores líderes que el mundo haya conocido”, dijo Truss horas antes durante un homenaje en el Parlamento.

Más tarde, la jefa de gobierno leyó un pasaje de la Biblia en un oficio religioso celebrado en honor de la reina en la catedral de San Pablo: “Ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo, porque si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor”.

Las campanas de la gran catedral anglicana sonaron al mediodía, como las de la Abadía de Westminster y otras del país, en honor de la difunta monarca. También se dispararon 96 salvas de cañón en varios lugares del Reino Unido, por los años de vida de la reina.

“La amaba. Era la única dirigente digna de ese nombre que quedaba en el país”, lamentó Paul White, de 48 años, en el metro de Londres con un diario en las manos, monopolizado, como todos, por la muerte de la reina.

“Carlos III tendrá difícil reinar después de ella, pero lo apoyaré a él y su familia”, agregó.

Mientras británicos y visitantes se congregaban con flores y fotos frente al Palacio de Buckingham, llegaron homenajes de todo el mundo.

El presidente estadounidense, Joe Biden, elogió a una “estadista de dignidad y constancia inigualables”, y anunció que estará en su funeral. El emperador de Japón, Naruhito, alabó los “muchos logros y contribuciones” de Isabel II.

El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó que Isabel II tenía “autoridad” en el mundo, pero no prevé viajar a Londres, precisó el viernes su portavoz.

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