El Cartel del Golfo y otras organizaciones del narcotráfico en Colombia anunciaron su intención de coordinar un alto al fuego para negociar su desarme con el Gobierno electo del izquierdista Gustavo Petro.
En una extensa carta dirigida a Petro, la vicepresidenta Francia Márquez y el designado canciller Álvaro Leyva, la banda que dirigía Otoniel – el capo extraditado en mayo a Estados Unidos – dijo que está dispuesta al diálogo y la reconciliación para “parar la violencia cíclica”.
Junto al Cártel del Golfo, que se presenta como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, otras cinco organizaciones armadas suscribieron el texto con fecha del 19 de julio y que fue publicado por varios medios este jueves.
“Estamos dispuestos a coordinar un cese al fuego contra la institucionalidad a partir del 7 de agosto. Estamos dispuestos a desarmarnos en el momento indicado”, señala la declaración.
Ese día Petro asumirá como el primer presidente de izquierda de Colombia tras su triunfo electoral el 19 de junio. Su designado ministro de Relaciones Exteriores confirmó que recibió la carta del Cártel del Golfo y demás organizaciones.
Según el futuro canciller, uno de los propósitos es iniciar conversaciones con muchos grupos armados y retomar la negociación de paz con los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), suspendida por el saliente Gobierno de Iván Duque.
En su texto, los brazos armados del narco también anunciaron su intención de “pedir perdón” y “reparar y no repetir los actos criminales”.
El Cártel del Golfo, que según estimaciones independientes tendría alrededor de 3 mil miembros entre combatientes y colaboradores, arremetió contra la fuerza pública en represalia por la extradición de Otoniel.
En 2018 el Clan, entonces bajo su mando, había expresado su voluntad de someterse a la justicia.
El presidente de la época, el nobel de Paz Juan Manuel Santos, anunció el inicio del proceso, pero finalmente la rendición no prosperó y la organización siguió traficando cocaína. Colombia es el mayor productor mundial de esa droga y Estados Unidos su principal mercado.
Formado por los remanentes de los sanguinarios grupos paramilitares, el Cártel está implicado en el asesinato de líderes de derechos humanos y excombatientes de las FARC que firmaron la paz en 2016.
Después de su histórica elección, Petro afirmó que su oferta de paz prevé “negociaciones judiciales” con las agrupaciones armadas y el reinicio de negociaciones de paz con el ELN, que ya acogió la propuesta del próximo gobernante.