Al menos 96 combatientes murieron en las últimas 48 horas en Yemen a causa de los combates entre soldados progubernamentales y rebeldes que intentan arrebatarle al gobierno la ciudad de Marib, en el norte, indicaron el viernes fuentes militares.
Los combates que enfrentaron a ambos bandos en varios frentes de la región de Marib el miércoles y el jueves causaron 36 muertos entre las fuerzas leales (al gobierno yemenita) y 60 entre los rebeldes hutíes”, indicó una fuente militar del bando gubernamental.
Los rebeldes hutíes continúan atacando las posiciones de las fuerzas progubernamentales, precisaron fuentes militares, según las cuales los aviones de la coalición dirigida por Arabia Saudita, que interviene en Yemen desde 2015, efectúa bombardeos continuos contra los rebeldes.
Los hutíes “avanzan lentamente hacia Marib, pero ahora constituyen una amenaza particularmente real en los frentes de Kasara y Mashjaa, al noroeste de la ciudad”, indicó un responsable militar.
La pérdida de Marib supondría un duro golpe para el gobierno y para Riad.
Tras un periodo de calma, los hutíes están intentando desde febrero conquistar la región petrolera de Marib, en manos de las fuerzas leales al gobierno, apoyadas por la coalición.
La ofensiva no ha cesado pese a los múltiples llamados a una tregua.
Los hutíes se apoderaron a finales de 2014 de la capital del país, Saná, situada a 120 kilómetros al oeste de Marib y de gran parte del norte del país.
El conflicto, que se alarga desde hace seis años, ha matado a miles de personas, según varias oenegés y ha hecho que millones de yemeníes se encuentren al borde de la hambruna.
El emisario de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, instó el jueves a los bandos beligerantes a aceptar su propuesta de plan de paz, asegurando, ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que contaba con el consenso de la comunidad internacional para respaldarlo.