El Parlamento australiano llamó por medio de una iniciativa a los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido a cesar la persecución del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a fin de que pueda regresar a su país de origen.
Assange ha estado detenido desde abril de 2019 en la Prisión de Belmarsh, de alta seguridad, en el sureste de Londres. Esto luego de haber publicado desde 2010 más de 700 mil documentos confidenciales sobre las actividades militares y diplomáticas del país norteamericano, en particular en Irak y Afganistán.
De acuerdo con medios locales, la iniciativa fue presentada por el legislador Andrew Wilkie y recibió 86 votos a favor tras ser apoyada por las bancadas Verde y Laborista, así como por los diputados independientes.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese señaló que los resultados constituyen “la mayor demostración hasta la fecha de que el encarcelamiento de Assange es injusto”.
“Demuestra una vez más el amplio apoyo que recibe en el Parlamento. Estados Unidos debe reconocer el peso del apoyo político de Australia y abandonar el proceso de extradición”, añadió.
Albanese apuntó que si el fundador de WikiLeaks es extraditado a Estados Unidos sería “un ataque directo a la libertad de los medios de comunicación” y una alerta a los periodistas de que ellos también pudieran ser encarcelados.
Lo anterior acontece una semana antes de que el Tribunal Superior de Londres lleve a cabo la audiencia para examinar si Assange puede evitar su extradición a Estados Unidos para ser juzgado por espionaje, aprobada en 2022.
En tanto, la esposa del Assange, Stella Assange, aseguró que su esposo podría ser condenado a 175 años de privación de libertad si es enviado a Estados Unidos.
“Su salud está empeorando, física y mentalmente. Su vida corre peligro cada día que permanece en prisión y si es extraditado morirá”, dijo Stella Assange en una rueda de prensa en la capital británica.
Última oportunidad
El grupo de apoyo al fundado de WikiLeaks “Free Assange” advirtió en un comunicado que este juicio en Londres “podría ser la última oportunidad para evitar su extradición a Estados Unidos”.
Si Assange fracasa en este último intento ante la justicia británica, habrá agotado todas las vías de recurso en Reino Unido.